Wonder Woman Annual nº01

Título: El chico nuevo
Autor: Guillermo Moreno
Portada: Ernesto Treviño
Publicado en: Mayo 2014

Tras escapar de Apokolips, Wonder Woman regresa a su hogar Themyscira para recuperar fuerzas... pero muy pronto nuevas amenazas aparecen en su camino. ¿Quienes son esos dos extraños individuos que han aparecido misteriosamente? ¿Cuales son sus intenciones? ¡Entra y descúbrelo!!
Nací como Diana, princesa de Themyscira, heredera mortal de los Dioses griegos y su embajadora en el mundo patriarcal, donde ellos me llaman...
Wonder Woman creada por William Moult


La casualidad nos da casi siempre lo que nunca se nos hubiere ocurrido pedir.
Alphonse de Lamartine

Hacía un hermoso y cálido día en Themyscira y las amazonas estaban de fiesta, celebraban por lo alto y a la vieja usanza el retorno de su señora. La fiesta había sido idea del canciller Phillipus quien se percató, con solo verla una vez, que el carácter de Diana se encontraba marcado por la adversidad.

Cansada de ver como las aves de la tristeza y oscuridad hacían nido en el corazón, de quien otrora fuese la más voluntariosa de las amazonas, puso manos a las obras y preparó unos buenos juegos, como no se habían visto desde la caída de Grecia. Todo aquello con la esperanza de que las risas y la acción distrajesen a Diana. Aquel era el tercer día y, al parecer, Phillipus había dado en el clavo pues, al menos durante esos minutos, la heroína volvía a ser aquella voluntariosa mujer que una vez conoció. La que aun tenía a su madre, a su hermana y a la pequeña protegida rubia.

Phillipus suspiró aliviada y le dedicó toda su atención al drama que se desarrollaba en aquel coliseo. Allí sus hermanas escenificaban una batalla campal; aquello era todo un reto para las belicosas mujeres. Un reto que exigía disciplina y el uso de algunas habilidades como eran la actuación, la danza y la sincronización. Aun así, había sus momentos de improvisación que arrancaban sendos vítores al público.

—Muchas Gracias, mi querida Phillipus— dijo Diana mientras miraba a su canciller— de verdad me hacía falta.

—A todas, mi señora. A todas nos hacía falta— replicó esta con una sonrisa, mientras hacia un gesto para que se procediese al siguiente acto.


¿Cómo siendo tan grande puede moverse tan rápido? La verdad es que a veces no lo entiendo; y tampoco me interesa comprenderlo, lo único que deseo es echarle el guante. Ha saltado por aquel túnel luminoso ¿acaso no se cansa? al parecer no, es infatigable. ¿Disfrutará con todo esto? ¿Me tendrá miedo? ¿Extrañara nuestro hogar? Definitivamente no lo creo; especialmente porque los sociópatas son incapaces de establecer vínculos con sus semejantes.

El portal me arrastra con fuerza, no puedo evitar recordar todas las veces que, de pequeño, casi muero ahogado. Me resisto, a pesar de que ya lo he hecho un millar de veces, para acto seguido dejar llevarme por él. Una vez dentro de aquellos pliegues carmín de tiempo y espacio, abro lentamente los ojos. Frente a mi a una velocidad mayor esta él. Voltea y sonríe, me saca la lengua en un gesto de desafío. Si me sintiese más cómodo en aquellas corrientes, le mostraría el dedo medio. Pero prefiero no tentar a la suerte cuando recorro los caminos de la Sangría. ¿Sangría? Si, Sangría, así la llamaron aquellos dementes autoritario o como se llamen.

Observó como de nuevo se introduce por un túnel, lo deja abierto. De verdad ese desgraciado disfruta con todo esto. En este momento, como cada vez que cruzo algunos de esos malditos portales, no puedo evitar preguntarme ¿Y si lo dejo así? ¿Qué hará si llega a un nuevo lugar, voltea y no me ve? ¿Me buscará o seguirá su camino? ¿Qué será más peligroso, este juego o dejarlo hasta aquí? Creo que ve un portal a mi izquierda, seguro allí encuentro una forma de volver a casa. O un nuevo sitio donde descansar ¿Qué tal un mundo donde sea el único? Pero luego vuelve a mi mente una palabra: Los inocentes ¿Qué va a pasar con los inocentes? Y entonces todo se viene abajo, adiós posibilidad. No hay para donde coger; debo seguir al deber.

Cruzo por el portal y de nuevo la luz me ciega. ¿Qué encontraré al otro lado?


— ¡Por todos los Dioses! ¿Qué demonios es eso?— inquirió Phillipus mientras hacia un gesto a sus subordinadas para que sonasen las alarmas. En un tris, las potentes trompetas sonaban por toda Isla Paraíso, y las amazonas dejaban, cual maquinas perfectamente engrasadas, de lado aquel jolgorio y tomaban sus armas.

—Dame un poco de tiempo— dijo ordenó Diana a Phillipus, mientras dejaba el palco en pos de sus prendas de combate— No corras ningún riesgo innecesario.

—Sí, mi señora— replicó la Canciller y antigua general, mientras solicitaba una espada y saltaba a la arena. Una vez en la palestra comenzó a rugir ordenes, y las amazonas, sin rechistar las obedecieron— En estos momentos me encantaría tener a Artemisa rondando por aquí.


Aquella criatura era una mole de músculos de tres metros de alto. Su piel era blanca como la nieve, sus cabellos rojos y su cabeza estaba coronada por espinas. Su pecho estaba desnudo, salvo una extraña estrella de metal incrustada en su piel. Llevaba un raido pantalón negro y andaba descalzo; visto de esa forma recordaba mucho a un terror del mundo del patriarca llamado Solomon Grundy, pero no era él. Su rostro estaba contraído en una mueca malévola y su boca era un carnaval de filosos colmillos. La criatura sonrió al percatarse de que estaba rodeado.

Tantos universos, tantas tierras alternas— dijo con su atronadora voz— Y caigo en una donde imperan las versiones femenina de los espartanos. Esto va a ser divertido.

Sin decir nada más arremete contra las amazonas, quienes deshacen su formación con presteza y observan como este golpea el suelo con fuerza. A la canciller Phillipus le toma unos segundos salir del estupor, pero luego no duda ni uno en dar la señal para que las arqueras disparen.

Las saetas cruzan los cielos y certeras se incrustan en la piel de aquella monstruosidad. La criatura aúlla de dolor y retrocede un poco.

Reconozco esta manufactura— dice entre sorprendido y enfurecido. Como la asquerosa bestia que parece ser olisquea el aire. Unos segundos después parece haber dado con lo que estaba buscando— ¡Malditos! Mil veces malditos, aquí medran los hijos de Cronos. ¿Cómo es posible?— pregunta entre gritos— Universo tras universos, están allí parecen una constante.

Con un solo movimiento espasmódico, hace saltar las flechas incrustadas en sus carnes y arremete de nuevo contra las mujeres. Esta vez, enceguecido, no retrocede cuando los venablos hacen blanco en él o cuando las espadas lo alcanzan. Golpea con fuerza una y otra vez, rompe escudos y huesos, arroja a un montón de guerrera por los aires, mientras su siniestra risa inunda el lugar.

En cuestión de segundos, la Canciller Phillipus está haciendo que sus fuerzas se organicen y preparen una retirada. La batalla se vuelve defensiva, y la bestia parece darse cuenta de ello y seguirles el juego.


¡Qué bien! Esta vez el cielo es azul. Aun recuerdo cuando llegue a aquella versión y el cielo era morado, o aquel donde era plomizo gracias a el invierno nuclear, producto de la Crisis de los cohetes cubanos. El césped esta cómodo y sopla un viento fresco. Creo que daré una siesta. No sé porque, pero esto se siente genial. Recuerdo aquel sitio, ¿cómo se llamaba? Ummm, si… Elysium… Me pesan los parpados, no me resistiré.

¿Qué fue eso? ¿Un jet? ¿Son gritos? ¡Diantres! He aparecido seguro en la mitad de una batalla. Yo sabía que era muy bueno para ser cierto. Seguro caí cerca de ese maldito. Generalmente no encontramos en las antípodas del mundo al que lleguemos, pero esta vez no es así. Bueno, adiós césped y viento fresco, el deber me llama.


Diana decidió no darle cuartel o la oportunidad de explicarse, esa la tuvo no más hizo acto de presencia. En vez de eso, arremetió con presteza contra la criatura, valiéndose de su velocidad y fuerza, tal como había visto hacer a cierto conocido. El impacto de la Reina de las Amazona contra aquella nívea mole hizo retumbar el coliseo hasta sus cimientos. Pero les dio tiempo a las amazonas para retirarse.

Una vez que el polvo se asentó Diana pudo ver a su adversario, el cual se le antojo conocido.

¡Por Cronos!— exclamó— los Campeones de los Olímpicos son cada vez más sexy. Voy a disfrutar mucho con ese cuerpecito tuyo después que te rompa el cuello.

—Cerdo— replicó Diana con gesto amargo mientras arremetía con velocidad y pericia contra el monstruo. A este no le quedo más opción que defenderse, y golpe tras golpe fue cediendo terreno. En poco tiempo Diana logro arrinconarlo y luego conectarle un golpe con tanta fuerza que lo incrustó en las grades del coliseo— ¿Decías?

La única respuesta que Diana recibió fue una carcajada, mientras este se iba a poniendo de pie. Ya en todo su esplendor el monstruo se estiró y rugió con fuerza. De nuevo el coliseo tembló, acto seguido saltó a la palestra. Aquel movimiento fue tan repentino para Diana, que la sacó de balance por unos segundos. Momentos que aquel ser aprovechó para conectarle un puñetazo que la arrojó al otro lado de la arena.

De verdad voy a disfrutar ese cuerpecito— dijo— luego el de tus hermanas— agregó mientras avanzaba. Una ráfaga de flechas le cortó el camino y atrajo su atención — ¿En serio? ¿Aun tienen ganas de jarana? Estas chicas no se cansan, ¿Acaso sois insaciables?

Se preparaba para arremeter contras las arqueras cuando, como impulsada por un resorte, Diana se puso de pie y le asestó un golpe en el abdomen. La bestia retrocedió unos pasos y la heroína arremetió de nuevo, esta vez le hizo una llave de judo en el cuello para hacer palanca con su pelo y proyectarlo por los aires. El golpe causo un gran estruendo en el coliseo.

—Hablas mucho para mi gusto— replicó Diana. Acto seguido la reina de las amazona, les hizo un gesto a sus hermanas y súbditos para que se alejaran de allí.

Ya me cansé— dijo mientras ponía de píe y sacudía el polvo— he sido todo lo caballeroso que he podido, pero ¡Por Cronos! Ya me cansé. Es hora de jugar en serio.

Dicho esto la monstruosidad silbo con fuerza. Aquel era un silbido estridente, que inicio con mucha fuerza y luego se detuvo en un tris. Las amazonas y Diana pensaron que aquello era una tontería, y esta última se preparaba para darle una réplica ingeniosa, cuando se percató de que estaba inmovilizada. Sus músculos no le respondían, respiraba con dificultad y aquella bestia sonreía lobuna.

Aquella cosa incrustada en su pecho comenzó a brillar, mientras el metal se ponía al rojo vivo. Del pecho comenzaba a surgir vapor, y la nívea piel comenzó a volverse carmín, mientras el monstruo ahogaba unos gemidos que cabalgaban entre el dolor y el placer. Para acto seguid, en medio de un gran grito, liberar una asombrosa descarga de energía.

Así termina todo. Aquel fue el único pensamiento de Diana de Themyscira mientras observaba como aquel destello de energía avanzaba imparable hacia ella. Cerró los ojos, al menos aquel privilegio no se lo habían quitado, y se preparó mentalmente para recibir el impacto. Pero aquel impactó no llegó. No sintió el abrazador calor que tanto había disfrutado la bestia, ni el silencio que precedía al golpe de gracia, aquel que te permitía ver todo en cámara lenta. Aquel que tenía la intención de mostrarte todo el panorama, para acto seguido decirte: "mira de lo que te vas a perder".

Nada de eso llegó al cuerpo de Diana. En vez de ello, escuchó como el rayo impactaba contra lo que debía ser un escudo, para acto seguido ser repelido o redirigido hacia las gradas, las cuales saltaron por los aires, cubriendo todo con un velo de polvo.

—Siempre es lo mismo, Devastación— dijo una figura en medio del aquella niebla. Cuando esta de disipó, Diana se encontró cara a cara con su salvador. Y lo que vio la sorprendió.

Ante ella se hallaba un joven, tal vez de un metro setenta o un poco más; de piel blanca y cabellos más rojos que los de artemisa. Vestía unos vaqueros negros y unas botas pesadas con una suela gruesa y grandes hebillas. Hasta allí pasaría solo por un pelirrojo anarquista o amante del heavy metal, pero aquel chico llevaba puesta una remera roja donde se podía ver una gran doble uve dorada, una cazadora de cuero negro arremangada hasta los codos y unas áureas grebas. En una de ellas podía ver un extraño, e intermitente, escudo de energía con los colores de su uniforme y la egida de Atenea. Su rostro carecía de diadema alguna, en vez de ellos tenía puesto unos lentes de soldador o algo por estilo.

—En el nombre de nuestra señora Hestia, yo te libero— dijo mientras la señalaba. Aquellas palabras cayeron sobre ella como un cálido vapor, que relajo sus músculos y le devolvió su movilidad— ¿Mejor?— Diana se limitó a asentir.

Te tardaste mucho— replicó el mentado Devastación— ya comenzaba a aburrirme. Esta morena, no sabe divertirse.

El recién aparecido miro con detenimiento a la reina de las amazonas y le sonrió. Aquella era la sonrisa que se le dedicaba a un ser querido, pero ella no había conocido a nadie como él. ¿Sería este el juego de algún villano siniestro?, se pregunto la heroína, mientras trataba de hacer memoria. ¿Acaso Superman no tenía como adversario un duendecillo venido de quien sabe que dimensión que le hacía sendas jugarretas?(1) ¿Le estaría pasando a ella lo mismo?

—No has enloquecido— le dijo el joven— Wonder woman ¿Cierto? Mi nombre es Casius Summer, De donde vengo soy conocido como Wonder Boy— Sonrió.

— ¿Y, tu amigo?

—Es un titán, llamado Devastación, creado para acabar con Dane de Elysium(2).

— ¿Perdón?

—Es difícil de explicar— le dijo— nosotros venimos de un universo diferente. Y hemos estado viajando por varios, tantos que he perdido la cuenta.

—El Devastación que yo conozco tenía el aspecto de un chiquillo de doce años, aunque podía cambiar de forma.(3)

—Este amiguito opto por esa apariencia monstruosa, y además consiguió que algunos enemigos de Dane, le dieran una ayudita.

—Lo que tiene en el pecho.

—Sí, es un arma y también una especie de alternador dimensional, o algo así.

— ¿Cómo lo detenemos?

—Generalmente le doy una paliza y cuando esta por perder salta a otra dimensión, deja una grieta para que lo siga— respondió— Pero hace poco conocí a unos tipos llamados los Centinelas que me dieron una chuchería que puede mandar a Devastación a la peor cárcel del multiverso.

— ¿Qué pasara contigo?

—Me quedare atascado— dijo y Diana pudo ver un leve deje de tristeza en su rostro— pero te aseguro que valdrá la pena con tal de que Devastación no siga causando más muertes. Y no lo intente antes, porque no había contado con ayuda durante nuestras peleas.

—Entiendo.

—Bien, solo tengo que inmovilizarlo— dijo— Si eres como las otras Tu que he conocido, creo que serás capaz.

—Más que capaz.

Con un leve movimiento de cabezas Wonder Woman y Wonder Boy se pusieron en marcha. La charla a Devastación se le había hecho eterna, pero no la desaprovecho, pues mientras estos hablaban, el recuperaba fuerzas y preparaba un segundo rayo. Sonrió al ver como Wonder Boy iba directo hacia él, le daría de lleno y se libraría de esa plaga. Pero al parecer su adversario pudo intuir su tosco plan y apresuro el paso, al titán no le quedo otra opción que propinarle un puñetazo. Wonder Boy lo esquivo saltando y aprovecho el impulso para propinarle una patada en la cabeza.

Aquel golpe habría dejado a cualquier hombre fuera de circulación, pero Devastación distaba de ser un hombre. En vez de eso le hizo perder el balance, situación que Diana aprovechó. Su laso salió disparado hacia los pies del villano, acto seguido los envolvió y esta se limitó a jalarlos con fuerza. Los gigantescos pies del titán volaron por los aires y este termino de espaldas en suelo. El golpe fue tan contundente que hizo temblar al pobre coliseo. A todas estas, Wonder Boy aun flotaba en el aire, y con una precisión asombrosa, se dejo caer como una plomada en el estomago de titán, incrustándolo aun mas en el suelo.

Devastación aulló de dolor y perdió la conciencia. Casius no dudo ni un segundo y de uno de los bolsillos de su vaquero extrajo la chuchería, que parecía una especie de bolígrafo y lo incrustó en la estrella. Con suma presteza se alejó de él.

Algo en el procedimiento debía ser doloroso, pues cuando el ingenio comenzó a brillar, el titán despertó en medio de gritos. En un tris, ignorando sus heridas, se puso de pie y avanzó hacia Casius.

Te vienes conmigo— aullaba. Corrió a gran velocidad, pero algo lo detuvo antes de llegar al joven. De la nada surgió la diadema de Wonder Woman, la cual, en plan boomerang, paso rosando su rostro dejando un gran reguero de sangre.

Adolorido el titán retrocedió y Wonder Boy se alejó lo suficiente, genero un escudo brillante y con presteza, cual si fuera un disco, la arrojo con mucha fuerza a los pies de Devastación haciéndolo caer. Justo a tiempo para que el objeto en el pecho brillara con gran fuerza desvaneciéndose y llevándose consigo a su adversario.

—Se acabo, por fin— dijo Casius mientras se desplomaba en la arena.


Varios días le tomó a Casius reponerse en los aspectos físicos y mentales. Fueron días que el joven aprendió sobre la cultura de las amazonas y de cómo se asemejaban a las de otras regiones del multiverso. Días que a su vez, pasó al lado de Diana quien, para la gran alegría de Phillipus, recuperó su vitalidad. Era como si aquel jovencito llenase un vacio en el corazón de su reina y, para ser sincera, en el de todas las amazonas. Pues a pesar de ser un hombre, aquel chico conocía, respetaba y seguía el código de las amazonas. Era como si una de ellas hubiese nacido en el cuerpo equivocado. Pero para Diana era algo más, era una especie de promesa, la posibilidad de que los hombres pudiesen cambiar. Su sueño: una humanidad mejor.

Por su parte el chico que, hasta ese momento, había sido un nómada cuántico, se hallaba a gusto al encontrar un lugar que llamar hogar. Así que no tardo en pedir asilo y prometer obediencia a Diana, a cambio de que le permitiera vivir en la isla, y sobre todo se su protegido y mentor.

La Reina lo pensó con calma, y luego de consultarlo con Phillipus y los oráculos le dio el visto bueno. ¿Qué podía pasar? Llego a pensar la reina, que veía al chico como una recompensa, después de todo lo que había perdido. Tres seres querido se fueron, pero ganaba a uno que la llenaba con una serie de emociones que desconocía ¿Seria eso lo que sienten las mujeres comunes al tener hijos? Se preguntó más de una vez, la respuesta se le escapaba, pero ella estaba dispuesta a encontrarla, mientras disfrutaría del fenómeno. Además aquello no le caía mal, pues aliados siempre hacen faltas.

Sin duda con aquello quedaba demostrado que el Universo nunca da lo que deseas, sino lo que necesitas.


EPILOGO

El titán Devastación despertó en un sitio que era, aun para él, repulsivo. El cielo era carmín y tormentoso, la luz era escaza y provenía de unas esferas que flotaban. Alrededor un sinfín de criaturas, cada uno más temible que la anterior, y todas en contante lucha. Avanzó con aquel tumbao que solo tienen los guapos al caminar, se acercó al bicho más patético que vio y lo tomo por el cuello, mientras que se lo acercó al rostros. Y, entre dientes, le pregunto

¿Quién es el mandamás aquí?

La aterrada criatura no alcanzó a responder, solo se limito a señalar algo a la espalda de Devastación. Lo que fuese le toco el hombro. Con una voz atronadora que hizo que muchos alrededor saliera huyendo, le respondió.

Ese seria yo.

Devastación se dio la vuelta rápidamente para encarar a su adversario. Este era un bicho de piel gris con un montón de placas y cuernos óseos que salían de los hombros, pechos, cabeza, y sobre todo de los nudillos. Los tenía alrededor de los ojos y cerca de la boca que era una ristra de colmillos, más desagradables que los suyos.

Mi nombre es Devastación.

No, tu nombre será Lulubell y a mí me conocerás como amo— dijo— y me podrás llamar Doomsday cuando te lo hayas ganado— agregó mientras le propinaba un fuerte puñetazo en el estomago a la Devastación— Bienvenido a la Jungla.

Fin


Referencias:
1.- Se refiere a Mister Mxyzptlk, el habitante de la Quinta Dimensión.

2.- Dane del Elysium es la versión de Wonder Woman en Tierra-11, dónde los héroes de DC Comics son de sexo diferente.
3.- Devastación es una enemiga de Wonder Woman, creada por Cronos a imagen y semejanza de nuestra querida amazona para convertirse una versión oscura de ésta.

2 comentarios:

  1. “Muy pocas colecciones en AT53 han conseguido el privilegio de tener un Annual. Eso es símbolo de que nos encontramos con una colección consolidada y muy sólida. Guillermo Moreno ha decidido “regalarnos” esta historia, una que no sólo se dedica a utilizar los elementos clásicos del personaje, si no que supone dos adiciones más a los mitos de la Amazona para AT53. Con Donna y Cassandra momentáneamente fuera de juego (quien no sepa de que estoy hablando, ya se está leyendo LOS TITANES #08-09) la Amazona se había quedado sin algunos de sus secundarios más recurrentes y Cassius puede venir a llenar ese hueco. Pero claro, hasta ahora Diana siempre se había relacionado a ese nivel con mujeres y no sabemos si el hecho de tener que hacerlo ahora con un chico significará un cambio en la mecánica de la relación. Pero todas estas incógnitas perece que deberán ser resueltas por otro autor puesto que esta historia se anuncia como el fin de la etapa de Guillermo en la serie pero, conociéndole como le conozco, eso no descarta alguna sorpresa para el futuro y relacionada con estos personajes.

    En general, la historia es un excelente número de presentación para el personaje de Wonderboy, lleno de acción y aventura; un personaje que pide a gritos nuevas apariciones en otros fanfics de AT53”

    Comentario publicado originalmente en fecha 11/05/2014

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    1. “Sin duda seria interesante ver como se relacionarían los personajes. Yo estaba reflexionando sobre eso el jueves pasado. Pues WB es un hombre pero por su formación tendría o seguiría un código parecido al de las amazonas. Por lo tanto él sería lo que se espera de los hombres, lo que Las amazonas desearían que fuesen los hombres del mundo del patriarca. Para él las amazonas serían las mujeres ideales. Pero supongo que muchas cosas de este mundo le chirriarían porque en este impera el patriarca y no la matriarca, supongo que ver a los hombres en el puesto de poder y haciéndolo mal, debe desilusionarle o por lo menos seria confuso.

      En fin, como sea, con este personaje quedo en deuda al igual que los Guardianes, no descarto usarlo en el futuro. Me alegra que les haya gustado.”

      Respuesta publicada originalmente por el usuario "WilliamDarkgates" con fecha 11/05/2014

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