Flash nº 17

Título: La conversación
Autor: Roberto Cruz (con mi eterno agradecimiento a Jeronimo Thompson por acompañarme en este viaje)
Portada: Roberto Cruz
Publicado en: Julio 2013

Ha llegado el final. Después de la demoledora revelación del último número es el momento de las respuestas. ¿Cómo afectará eso a la vida del Velocista Escarlata? Aunque suene a "frase hecha", ¡si sólo puedes leer un fic este mes que sea éste!!!
Atrapado en un extraño accidente, al adolescente Wally West le alcanzó un rayo que lo bañó en una curiosa mezcla de productos químicos. Como a su mentor, su tío Barry Allen, se le concedió el don de la súper velocidad. Tras la muerte de su antecesor, y tras años de entrenamiento como Kid Flash, Wally ha heredado la identidad del velocista escarlata. ¡Hoy porta el legado del hombre más rápido del mundo! Hoy Wally West es...
Flash creado por Gardner Fox y Harry Lambert
Wally West creado por John Broome y Carmine Infantino

Resumen de lo publicado: La noche que Linda Park West rompe aguas y va a dar a luz, el verdadero Wally West aparece en el hospital reclamando su identidad. Lleva semanas atrapado en Iron Heights sustituyendo a William West, el Flash malvado venido del futuro al que bautizaron como “Zoom” que, de nuevo, trata de sustituirle. Después de una gran pelea, y cuando William esta a punto de acabar con Wally, es interrumpido por la llegada de Barry Allen…

-N-no, no es posible…- murmura William.

-¿B-Barry?- pregunta Wally, incrédulo.

-Sé que os parecerá extraño pero soy yo, de verdad. Puedo explicároslo…

-¡¡Mientes!! ¡¡No puedes ser Barry Allen! ¡¡Barry está muerto!!- comienza a gritar William desquiciado.

-Estoy seguro que pudo parecer eso desde vuestro punto de vista pero no fue así. Te pido que te tranquilices y trataremos de buscar una solución a todo esto…

-¡Basta! ¡¡BASTA!!! ¡No te atrevas a hacerte pasar por él! ¡No te atrevas a mancillar su nombre!!! ¡Te juro que te haré pagar por esto, hijo de puta!!!

-¡¡Basta William!! Si tan importante dices que soy para ti, te ruego que me escuches, ¿de acuerdo?- le ordena Barry cogiéndolo por los hombros y agitándolo, tratando de sacarlo de su estado de shock-. Ojalá pudiese decirte que te entiendo, que comprendo por lo que has tenido que pasar, a todo lo que has tenido que renunciar… pero sería mentira. Te estaría mintiendo y eso no sería justo contigo. Porque si queda algo en ti de aquel chiquillo que conocí aquella tarde, cuando Iris me convenció para darle una sorpresa a su sobrino, aquel niño al que orgullosamente pude llegar a llamar no sólo mi ayudante, sino mi compañero… ese chico sabrá que si hubo algo en lo que hacía más hincapié, por lo que luché denodadamente para que le entrase en su dura mollera, era en que debía hacer lo correcto, no importando lo que costase o lo que tuviese que sacrificar. Sé que no es nada fácil. Cuando yo tuve que enfrentarme a eso, al sacrificio definitivo, yo también fui débil y casi renuncio… pero no lo hice porque te hubiese fallado a ti, Wally, hubiese fallado a todos aquellos que conocía y a todo aquello por lo que había luchado. William, ahora piensa y reflexiona: ¿está bien esto que estás intentando hacer? ¿Es esto todo lo que te enseñé?

Se hace el silencio durante largos segundos, casi eternos. Poco a poco, William West comienza a tranquilizarse, a bajar sus defensas… Su rostro aparca la ira y la sustituye por una tremenda tristeza. Las lágrimas brotan de sus ojos mientra su mente comienza a aceptar los límites del horror que estaba maquinando. Barry lo abraza, tratando de confortarle.

-Y-yo sólo…. Yo sólo quería ser como tú…

-Lo sé, William. Y estoy seguro que, en tu hogar, llegaste a serlo y conseguiste grandes cosas. Sólo estabas un poco confundido…

De repente, William estalla.

-¡¡NOOOO!! ¡¡No puede ser!! ¡Esto no puede estar sucediendo!- grita apartando a Barry de él violentamente.

-¡¡William!! ¡Tranquilízate! ¿Qué te ocurre?

-¡¡Tú no deberías estar aquí!!¡¡NO DEBERÍAS HABER VISTO ESTO!!- y diciendo esto, William comienza a correr, a correr tan rápido como sus pies pueden llevarle. De nuevo, le propulsa la furia, la rabia pero esta vez la tiene totalmente enfocada en sí mismo. Quizás de ese modo pueda ahogar ese sentimiento, esa vergüenza infinita que le embarga en ese momento al darse cuenta de cómo ha traicionado a todo lo que le importaba. Las lágrimas queman su rostro tratando de ahogar inútilmente ese fuego que consume su cuerpo. Pues la vergüenza se convierte en un combustible más poderoso que la rabia que le ha consumido todos estos años y le impulsa más veloz de lo que nadie pueda imaginar hacia lo que hay más allá de la Fuerza de la Velocidad…


-Se ha ido…- dice Barry con la voz en un puño.

-¿Barry? ¿De verdad eres tú?

-¡Wally!- Barry se acerca y le ayuda a levantarse-. ¿Estás bien, hijo?

-Y-yo…- Wally balbucea. Un fuego comienza a arder en su interior, como un calambre que recorre todo su cuerpo. Las costillas rotas, los derrames internos, las laceraciones… todo comienza a sanarse a ojos vista-. ¡Puedo sentir otra vez la Fuerza de la Velocidad! Pensé que William me había quitado los poderes.

-William ya no está, Wally. Todo ha terminado.

-¡Dios mío Barry! ¿De verdad esta vez eres tú(1) ? ¡Estás vivo! ¡Vivo!- Wally explota de alegría abrazando a su antiguo mentor.

-¡Hey, ten cuidado! Con otro apretón como ese, no lo cuento…

-¿Cómo has regresado? ¿Cuándo? ¡Cuéntamelo todo!

-Aquí no, Wally. Aún no. Pero pronto, muy pronto. Sé paciente, amigo mío. Ahora será mejor que vayas al hospital. No vaya a ser que llegues tarde a reencontrarte con tu familia- le anuncia Barry antes de desaparecer en medio del borrón escarlata.


“¡Mierda!” dijo Wally para sí mismo.

-Disculpe señorita, ¿podría traerme de nuevo un trapo, por favor?

-¡¿Otra vez se ha roto la taza?!- pregunta incrédula la camarera con visibles signos de enfado. Con desgana, se dispuso a limpiar otra vez la mesa de aquel forastero pelirrojo-. ¿Desea que le traiga otra cosa? ¿Una tila acaso?

-No, gracias. No se moleste. Por ahora creo que me limitaré a esperar aquí a mi acompañante- contestó él sensiblemente avergonzado.

¡Dos días! ¿Cómo había sido capaz de hacerle esperar tanto? “Sé paciente, amigo mío.” le dijo. ¡Qué gracioso! Como si no supiese nadie que la paciencia es una de sus mayores virtudes. ¿Has tratado alguna vez de esperar, aunque sean sólo cinco minutos, cuando puedes moverte a la velocidad del pensamiento? ¡Pues imagina dos días enteros! Se había pedido ya dos tazas de café para matar el tiempo y, ansioso, absorto en sus pensamientos, no había podido controlar su velocidad y había conseguido romper las tazas al mover el café distraídamente a supervelocidad…

Atrapado en aquella pequeña cafetería de Nebraska localizada en alguna carretera secundaria alejada del “mundo civilizado”, Wally West trataba de templar sus nervios mirando por la ventana. Si no hubiese sido aquella la razón que le había llevado allí, quizás estaría ahora disfrutando del paisaje. Pero, reconozcámoslo, ¿qué se le había perdido a él en un sitio así? Lo mismo hasta ya ha pasado por allí media docena de veces, seguramente inmerso en alguna de sus alocadas carreras contra el tiempo por algún motivo de vida o muerte pero, si lo hizo, seguro que iba demasiado concentrado en su trabajo para fijarse. Fuera de la cafetería, junto a la carretera, dos niños jugaban corriendo uno detrás de otro. Uno de ellos llevaba un par de gafas y una pistola de juguete de corte futurista. El otro, lucía orgulloso su camiseta carmesí, adornada con un relámpago dorado. Wally no pudo evitar esbozar una sonrisa. ¿Cuántas veces más se habrían enfrentado así el Capitán Frío y Flash, sin que el resto del mundo lo supiese? Esa visión despertó gratos en recuerdos en él, de mucho tiempo atrás… “¿Realmente ha pasado tanto tiempo?”

Él había sido como uno de esos dos chavales, luciendo orgulloso los colores de su héroe favorito: Flash, el relámpago humano, el más rápido hombre vivo, el brillante defensor de Central City que impartía justicia como el rayo siempre con una sonrisa en los labios. ¿Sabéis lo que pudo significar para alguien como él que su tía le prometiese que conocería en persona a su héroe? ¡Estuvo semanas sin poder dormir sólo de pensarlo! Y, aunque parezca mentira, a pesar de los años transcurridos y de las experiencias vividas, era exactamente lo mismo que sentía en aquel momento.

-¿Recordando viejos tiempos, chaval? Para mí no hace mucho que tú eras igual que ellos…

-¡Barry!- y toda la tensión acumulada explotó en una alegría más que evidente. Los dos hombres se fundieron en un abrazo, símbolo del profundo lazo que les une.

-¡Hey, trátame con cuidado! Piensa que, después de todo, casi soy un anciano y no estoy para estos trotes…

-Pero, ¿qué tonterías estás diciendo? Yo te veo estupendo. Luces igual que la última vez que te vi. ¿Cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Diez años?

-Más o menos. Los años sí que se han portado bien contigo. ¡Mírate! ¡Estás hecho todo un hombre! El gran Flash, nada menos. ¿Quién iba a poder imaginarlo de aquel renacuajo revoltoso que siempre daba guerra a su tía Iris? ¡Hahahaha!!

-¡Vamos! No te burles y cuéntame qué has hecho durante todo este tiempo. ¿Dónde has estado? ¿Por qué nos dejaste pensar a todos que estabas muerto?

-Esa es una historia muy larga. Ven, sentémonos y tomemos un café mientras te la cuento. ¡Señorita, dos tazas de café!

-¿Está usted seguro?-preguntó la camarera con cierto desdén y mirando a Wally con suspicacia.

-No se preocupe. Puedo prometerle que esta vez no ocurrirá nada- responde él avergonzado.

-Perdón ¿me he perdido algo?

-Nada que yo no quisiera olvidar… No busques más excusa y empieza por el principio. ¿Qué te ocurrió?

Barry permaneció unos minutos en silencio, moviendo lentamente el café y observándolo "girar”, como buscando las palabras. Por fin y con un largo suspiro, comenzó su relato.

-¿Empezar por el principio, Wally? Sí, quizás sea lo mejor. Quizás tú puedas darme las respuestas que necesito después de oír todo lo que sucedió porque, a pesar que yo le he dado vueltas en mi cabeza todo este tiempo, tratando de encontrarle el sentido, aún me resulta todo muy confuso. Recuerdo claramente estar luchando contra aquel tipo llamado “Antimonitor”, quien amenazaba con destruir la Tierra con algún tipo de rayo de energía. Ya sabes, lo de siempre. Descubrí que el arma estaba alimentada por un taquión, así que me dispuse a correr para atraparlo. Pero fue muy duro y difícil. Era increíblemente veloz. Tuve que esforzarme al máximo, yendo más rápido de lo que había ido jamás. Entonces algo ocurrió. Rompí algún tipo de barrera o algo así y bueno… Entonces es cuando las cosas se empezaron a poner un tanto extrañas…- sus labios se posaron sobre la taza de café y tomaron unos sorbos, tratando de ordenar sus pensamientos para después proseguir-. He tratado de racionalizar esa experiencia y a la única conclusión que me he permitido llegar es que sufrí algún tipo de alucinación. Tengo la sensación de que viajé atrás en el tiempo, contemplando toda mi vida: mis logros, mis amigos, el tiempo que pasé contigo y con Iris… Fue terriblemente duro porque tenía la certeza que mi hora había llegado y que me estaba despidiendo de todos vosotros. Y entonces… entonces…

-¿Qué ocurrió?

-¡Dios, si es que incluso ahora me cuesta decirlo! Vas a llamarme loco pero tuve la sensación de que mi cuerpo se convertía en energía… y bueno, ¿cómo explicarlo? La última imagen que tengo es una de mí mismo, mucho más joven, en mi laboratorio por la noche, la misma noche que ocurrió el accidente(2)

-¿Qué estás insinuando?

-Te juro Wally: tengo toda la sensación de que yo me convertí en aquel rayo que me golpeó y me dio mis poderes(3) . Y esa sola idea me obsesiona y me va a volver loco...

- ¿Qué otra cosa podría ser?

-¡Vamos, no me digas que no has oído esas historias que cuentan de que cuando estás al borde de la muerte y ves pasar tu vida ante sus ojos! Porque eso es exactamente lo que me pasó a mí y no sé cuál de las dos ideas: la de que me convertí en aquel rayo o la de que morí, me resulta más terrible…

Se hizo un silencio entre los dos, mientras ambos reflexionaban sobre el significado de todo aquello. Después de unos largos segundos fue por fin Wally el que habló:

-Y después… ¿qué?

-Lo siguiente que recuerdo es una carrera.

-¡¿Cómo?!- dijo Wally casi escupiendo el café de la impresión.

-¡No me mires así! Ya te dije que todo se volvía… un poco extraño. Aquella visión del rayo terminaba con una explosión, la misma que me dio los poderes. Un fogonazo de luz… y me encontré corriendo a través de una estructura entre la Tierra y la Luna donde varios velocistas trataban de dilucidar quién era el tipo más rápido de todos…

-¡Hahahaha!!! Tienes que estar bromeando…

- No, en serio. Según me contaron, un tipo llamado El Corredor, una especie de alienígena obsesionado con la velocidad, había organizado esa carrera para averiguar quién era el tipo más veloz de su planeta: Tierra. Y voy yo y le estropeo todo el plan…

-Un momento, ¿has dicho “su” planeta Tierra? ¿Estabas en otro universo?

-Sí, ahora comienza la parte más confusa de mi viaje. De algún modo, terminé en otra dimensión, con jirones de mi traje y carente de memoria(4) . No recordaba nada en absoluto. El Corredor me acogió y permanecí con él todo el tiempo que estuve allí…

-¿Cómo era aquello?

-Realmente vi muy poco de la Tierra de aquel lugar. Estuvimos casi todo el tiempo recorriendo el espacio. Me daba la impresión que no era muy diferente a todo ésto: también tenían superhéroes, aunque éstos eran radicalmente diferentes a los que hemos visto en otras ocasiones. Sabes que hemos viajado entre planos en otras ocasiones y, aunque muchas veces nos encontrábamos con versiones de nosotros mismos, en esta ocasión percibí que eran totalmente diferentes. Quizás un poco más oscuros, menos brillantes… Por ejemplo: allí no existe el Cuerpo de Linternas Verdes y todo es mucho más caótico entre las estrellas. Hay muchas más guerras y seres muy peligrosos y poderosos… Ahora sí que aprecio el trabajo que hacían Hal y sus chicos para mantenernos a todos a salvo…

-Oh Barry. Sobre Hal…

-No sigas Wally. Tengo muy claro qué es lo que la gente dice sobre lo que le pasó a Hal. Y yo sigo sin creérmelo. El Hal que yo conocí, el tipo con el compartí tantas cosas, nunca podría haber hecho eso…

La determinación en la mirada de Barry dio por zanjado ese asunto. Una vez aclarado todo prosiguió.

-Aquel tipo, el Corredor, era muy peculiar. Su raza era inmortal y cada miembro parecía haberse especializado en algún aspecto: algunos estaban obsesionados por las plantas o por coleccionar cosas… Éste empezó a llenarme la cabeza de ideas sobre la Velocidad como fuerza intrínseca y propia, como si fuese algo ajeno y superior al mismo universo. Un rollo muy zen y filosófico que parecía regir su vida…

-Se parece a Max…

-Sí, la de veces que le habré mandado a Max a la mierda y le ignoré con sus extravagantes ideas en mis tiempos… Pobre. Ahora me arrepiento de todo aquello. Tengo que darle las gracias porque fueron aquellas ideas que trató inútilmente de inculcarme las que afloraron de nuevo bajo las enseñanzas del Corredor y sirvieron de puerta por la que volvieran todos mis recuerdos. Pasé los siguientes meses tratando de alcanzar de nuevo la velocidad para romper aquella barrera y encontrar el camino de vuelta a casa. Fueron meses muy frustrantes, incapaz de encontrar el estado mental necesario para hacer la transición. Incluso con la inestimable ayuda de Makkari, otro inmortal dotado de supervelocidad, perdí la cuenta de la cantidad de intentos que hice sin éxito...

-Pero al final lo conseguiste.

-Es obvio que lo logré ¿no? Sólo siento no poder darles las gracias a los amigos que hice allí por todo lo que me ayudaron…

-¿Por qué no viniste a buscarme cuando regresaste?

-Por dos sencillas razones: primero tenía que cerciorarme de que éste era mi lugar, mi mundo y no ningún otro universo paralelo; y segundo, habían pasado años desde mi muerte… ¡años! y la vida había continuado sin mí. Pude ver cómo todo había cambiado, vi en lo que te habías convertido, lo que habías hecho con mi legado, y sentí que ya no hacía falta. Sólo lamento haberte forzado a crecer tan rápido, muchacho.

-¿De que estás hablando Barry? ¡No digas tonterías!

-No son tonterías, Wally. No sabes lo que me afectó toda aquella experiencia. Yo debería de estar muerto. Muerto, ¿lo entiendes? Sé que todos los días que nos ponemos ese traje nos arriesgamos a eso pero a mí me ocurrió… y de repente, tenía una segunda oportunidad. Pensé mucho también en lo que dijo Jay(5) cuando se retiró en los cincuenta. “El mundo es demasiado rápido para Flash” y ahora le encontraba todo el sentido a aquella frase. Pensé en regresar al futuro con Iris pero entonces vi que ella estaba aquí, de regreso en el presente. Incluso tengo dedicado un ejemplar de “La vida de Flash” por ella misma y ni siquiera llegó a reconocerme en la firma. Entre que ahora “Barry Allen” era una figura pública y que había sido declarado oficialmente muerto, era la mejor ocasión para desaparecer bajo una nueva identidad, volver al anonimato y tener una vida normal.

-¿No sabe que estás vivo?

-Al principio no. Procuré cambiar mi aspecto, mi forma de andar, de hablar incluso… Es muy difícil. No sé cómo puede hacerlo Clark(6) todos los días. Pero al final ella me conoce más que nadie. No tuve ni que decírselo. Me entendió y prometió guardarme el secreto.

-Te juro que se va a enterar cuando vuelva a verla… ¿Tienes una nueva vida? ¿Qué haces ahora?

-Desde mi regreso he sido un poco de todo: profesor de química en algún instituto, técnico de laboratorio… Pensé en retomar mi carrera como criminalista pero… ¡Dioses, cómo ha cambiado todo! Hoy en día se pueden lograr en laboratorio cosas que están a años luz de lo que hacíamos cuando yo ejercía. Por supuesto he vuelto a estudiar, tratando de actualizar mis conocimientos con la idea de, algún día, poder volver a mi trabajo, aunque fuese en otra ciudad. Pero sé que eso podría hacer volar toda mi tapadera y aún no lo he decidido…

-¿El qué? ¿Volver?

-¡Claro Wally! Sé que tendría sus cosas buenas: como tener la oportunidad de volver a ver a gente como Jay, Clark, Bruce o Diana pero también me pondría en el punto de mira de mucha otra gente: el Capitan Frío, El Amo de los Espejos, Heatwave, Trickster y los demás… ahora conocen mi nombre y mi cara. Ya no tendría el refugio tras la máscara y jamás podría tener una vida normal. Toda la gente que tuviese alrededor estaría en constante peligro. Alabo el valor que mostraste al hacer pública tu identidad pero no comparto esa decisión. Y más ahora que tienes familia. ¿Cómo está Linda?

-Bien. Un tanto asustada por todo lo que implica que… él pudiese ocupar mi lugar. Yo… tampoco puedo quitármelo de la cabeza.

-¿Cuándo sale de cuentas?

-Pasado mañana. Lo otro sólo fue una falsa alarma provocada por el estrés de la situación. Los médicos dicen que todo va bien y que debe mantener la calma.

-Me alegro mucho. Es una gran mujer. Tienes mucha suerte, chaval.

Un silencio incómodo se produjo en aquel instante. Ambos sabían qué venía ahora pero ninguno quería comenzar.

-¿Qué vas a hacer ahora, Wally? ¿Qué tienes planeado?

-Realmente no lo tengo muy claro. Es algo que llevamos hablando Linda y yo durante meses. Hasta ahora todo era… más fácil: yo era Flash y Linda ya me conoció así. Sabía a lo que se arriesgaba cuando comenzó a salir conmigo. Y si piensas que la pongo en peligro… deberías pedirle referencias a Kobra(7) Era algo que teníamos asumido. Pero ahora con los niños todo es diferente. Sé que no he hecho otra cosa en mi vida pero ahora tú has vuelto y volverás a ser Flash…

-¡Un momento! ¡Yo no he dicho nada de eso! Sólo he salido de mi “escondite” para ayudarte. No podía dejar que os pasase algo si podía evitarlo…

-Pero Barry… ¡Tú eres Flash!

-No. Jay es Flash. Ha sido Flash por ¿cuánto? ¿50 años? ¡Diablos yo soy el que menos tiene derecho a reclamar ese nombre! Fui Flash sólo… 5 míseros años(8). Tú has sido Flash el doble de tiempo y antes de eso fuiste Kid Flash. ¡Llevas siendo un velocista casi desde que llevabas pañales! Además, lo has tenido mucho más difícil que yo, chaval. Cuando yo empecé casi nadie se acordaba ya de Jay. Tú has tenido que luchar contra los perjuicios de todos. Y no sólo has podido demostrarles que no tenías nada que envidiarme, que podías hacer todo lo que podía hacer yo y mucho más, sino que al final te has ganado su respeto. Has estudiado la Fuerza de la Velocidad, cosa que yo no hice por mi estúpida obstinación y ahora, puedes hacer cosas que ni yo imaginaba: te he visto compartir tu velocidad, robar la energía cinética de otros, manipulas la Fuerza de la Velocidad para crear objetos físicos como tu traje… Si tuviese que intentarlo yo no sabría ni por donde empezar

-Pero tú puedes vibrar a través de las cosas.

-Tú lo haces en la frecuencia incorrecta. Nunca fuiste muy sutil para esas cosas…

-Estás siendo muy cruel contigo mismo Barry. Yo no hubiese llegado tan lejos sin tu inspiración. Eres un ejemplo para muchos otros héroes. Marcaste una época. Estás aún presente en la memoria de todos…

-Lo sé y eso me preocupa. No creo estar a la altura del mito que se ha construido alrededor mío. Yo también cometí mis errores. Recordarás que los últimos meses, antes de mi marcha, no fueron especialmente… brillantes, con todo el tema aquel del juicio(9) . Ahora nadie se acuerda de eso pero seguro que pronto afloraría y lo usarían como arma contra mí… Tengo miedo de que eso os pueda salpicar a todos vosotros, incluso a ti. No me arrepiento de lo que hice pero no soportaría que os hiciesen daño por eso. Mi regreso, al final, sólo podría estropearlo todo…

-No tienes que preocuparte por eso, Barry. Mientras estemos juntos podremos con todo lo que nos echen encima. Además, ¡seguro que lo echas de menos! Si no, ¿de dónde sacaste aquel traje?

-¿Con el que aparecí? Lo tomé prestado del Museo de Flash. Espero que no les importase… Hahahaha!!!!

Los dos hombres compartieron una sonora carcajada. Eran dos amigos, ahora casi dos hermanos, que compartían un extraño momento de felicidad en sus ajetreadas vidas. Pero todo tiene un final…

-Vaya, qué tarde se me ha hecho. Mira qué hora es… ¡Señorita, la cuenta por favor!

-Déjame que te invite yo, Barry.

-No, Wally. Invito yo. Ya pagarás tu la próxima vez.

-¿Volveré a verte entonces?

-Claro que sí, viejo amigo. Tenlo por seguro…

Atardecía ya y el sol se ocultaba, majestuosamente dorado, en el horizonte. Wally se quedó un rato en silencio, en pie junto a la puerta del restaurante contemplando el espectáculo mientras Barry pagaba la cuenta. Éste salió unos instantes después.

-Listo. Dale recuerdos a Linda. Intentaré ir a veros cuando por fin los niños estén en casa, ¿de acuerdo?

-Por supuesto, Barry. Será un auténtico placer.

Los dos hombres se funden de nuevo en fuerte abrazo. Cuando Barry ya se había alejado media docena de metros, Wally le llama.

-Barry ¿una carrera?

-¿Cómo dices?

-Vamos, aún es temprano. Seguro que tienes tiempo para divertirte un poco…- le dijo lanzándole un objeto que Barry atrapó al vuelo. Era un pequeño anillo dorado, con un relámpago grabado como motivo.

-¡Lo guardaste!

-Por supuesto, Barry. Quédatelo. Te pertenece.

Una profunda emoción inundó el rostro del viejo policía mostrando su agradecimiento por tan valioso regalo. De repente Wally West estalló entre chispas de luz mientras convocaba a su traje compuesto de Fuerza de la Velocidad.

-¡Vamos! ¡A ver quién es más rápido! Será divertido…

Barry no pudo resistir la tentación. Con extrema facilidad, aunque hiciese años que ya no lo hacía, activó el mecanismo del anillo que liberaba su traje tratado especialmente para encogerse y ocultarse dentro. Un instante después ya lo tenía puesto.

-¡Wow! ¡Mira! ¡Es Flash!-dijo uno de los chavales que todavía jugaban.

-¡Hala! ¡Si hay dos!-replicó el otro.

-¿Nos hacéis un favor, chicos? ¿Podéis dar la salida contando hasta tres?

-¡¡Claaaaaaro!!!!!-contestaron los dos al unísono.

Uno de los niños trazó una línea sobre la tierra del aparcamiento tras la que se pusieron ambos hombres con sus trajes escarlata. Los escasos clientes del restaurante no daban crédito a sus ojos y comenzaron a agolparse contra los ventanales.

-Uno… Dos… ¡Y tres!

Y los dos hombres desaparecieron, dejando tras de sí, sólo un borrón carmesí.

Wally West se sentía pletórico. Una inmensa alegría inundaba su pecho al ver de nuevo con vida a ese hombre a su lado. E inconscientemente su mente volvió al pasado, a la tarde que un fortuito relámpago le dotó de poderes, el mismo día que conoció al hombre que definiría su vida. Y volvió a sentirse como aquel día, cuando corrió por primera vez a su lado. El círculo se había cerrado.


Uno era Barry Allen. El otro era Wally West. Ambos eran Flash, el más rápido hombre vivo.

Fin

Referencias:
1.- Wally ya se enfrentó a una situación similar en la saga “El retorno de Barry Allen” (Flash v2 #74-79 USA) dónde al final se rebeló que, en realidad, había sido Eobard Thwane (el Flash Reverso, un villano de Flash del futuro) quien había estado haciéndose pasar por un “Barry Allen resucitado”.
2.- Barry Allen era un policía científico que fue alcanzado por un rayo en su laboratorio y sobre el que cayeron gran cantidad de productos químicos. Tras este accidente obtuvo el poder de moverse a supervelocidad.
3.- Esta historia fue narrada en “El misterio del relámpago humano” publicado en el Secret Origins Annual #02 de agosto de 1988 escrito por Robert Loren Fleming, Camine Infantino y Murphy Anderson. Esta historia estaba destinada a ser la última historia de Barry Allen tras Crisis en Tierras Infinitas, puesto que en aquella saga se daba a entender que algún momento antes de desaparecer Barry estaba viajando atrás en el tiempo (apareciéndosele fugazmente a algunos héroes) Una historia muy emotiva que a mí especialmente me encantó, llena de mucho cariño hacía el personaje. En ella se repasa toda la vida de Barry, desde que sólo era un niño fan del Flash de la Golden Age negado para los deportes (demasiado lento), donde se explica su pasión por la química (donde nada tiene prisa) y que ve como un extraño rayo “parlante”, que le dice que puede ver sus más increíbles sueños cumplidos a cambio de “una vida más corta”, le dota de poderes y le permite convertirse en el héroe que siempre anheló ser. (Creo que en parte odio” Flash Rebirth” por destrozar esta bonita historia…)
4.- Mark Gruenwald hizo aparecer a Barry en el Quasar vol1 #17 USA dos años después. Naturalmente, por problemas de copyright entre compañías, no podía decir claramente que aquel tipo era Barry Allen pero era más que evidente. Un sentido homenaje al personaje de, en su momento, un poco valorado autor… 
5.- Jay Garrick, el Flash de 1940.
6.- Clark Kent a.k.a. Superman
7.- Ver Flash (1987) #100 USA . En el final de la saga Velocidad Terminal ella sólo se enfrenta al legendario Kobra y su ejército de terroristas. 
8.- Si chequeas nuestra “cronologia” (basada en la cronologia oficial DC post-Hora Cero) sólo transcurrieron cinco años desde la aparición de Barry Allen como Flash y su muerte en Crisis en Tierras Infinitas.
9.- Barry Allen fue acusado del asesinato de Eobar Thwane, el profesor Zoom. Aunque al final resultó absuelto su imagen quedó muy dañada. No tenía empleo y incluso la Liga de la Justicia tuvo que pagar su funeral porque no tenía dinero. ( Como se rebeló en el Flash (1987) #01 USA)

2 comentarios:

  1. "Excelente final para tan movida miniserie. Da un repaso realmente emotivo que cierra la mitología de Flash la cual, desde mi perspectiva de novato, me parece realmente abrumadora y complicada. Aunque si enganchamos esta historia con la anterior el final de, tan monstruoso combate, se me antojo un poco anti climático. Aun así, la historia no pierde por ello, porque realmente lo interesante es ver la explicación que iba a dar Barry, la cual fue realmente interesante y reveladora.

    En fin, una historia realmente interesante y emotiva… que vale la pena leer y que, sin duda, me obligara a echar un ojo a lo que tenemos sobre el héroe aquí en AT."

    Comentario publicado originalmente por el usuario "William Darkgates" con fecha 05/07/2013

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  2. “Me alegro que te haya gustado, William. Realmente ese efecto “anti-climax” que mencionas esta buscado a propósito puesto que, después de todo un capítulo de pelea a supervelocidad, estirarlo más creo que habría sido excesivo y, además, ambos autores (yo como escritor y Jeronimo como creador de nuestro Zoom) coincidimos en que ese nuevo enfrentamiento William-Barry no tendría lugar. Realmente, y como tu destacas, el centro de este relato es la conversación entre Wally y Flash y determinar el cómo está aquí y porque no ha aparecido hasta el momento. Y si con todo esto te he animado a leer nuestros fics del personaje, como dicen por aqui, “miel sobre hojuelas”... :-D”

    Comentario que publiqué con fecha 05/07/2013

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