Animal Man nº 01

Título: Dias de vino y Evolución
Autor: Arturo Miguez
Portada: Sergio Calvet
Publicado en: Mayo 2006

La vida de Buddy Baker se ha caracterizado por lo extraño y lo bizarro desde que obtuvo sus superpoderes. ¡Pero eso era sólo el principio! Action Tales tiene el gusto de ofreceros las nuevas aventuras de este atípico héroe
La vida de Buddy Baker era normal hasta que una nave alienígena le estalló otorgándole poderes animales, lo que le motivó para ser superhéroe... Y luego las cosas se volvieron extrañas. Conectado al campo morfogenético de la Tierra, Buddy trata de compaginar su vida familiar con la heroica, como…
Creado por Dave Wood y Carmine Infantino

El Dr Kirk Langstrom(1) sintió la llamada y se despertó de su letargo diurno, agitó la cabeza aun dormido y trató de incorporarse, pero cada vez le costaba más realizar el más ligero movimiento de día, por lo que volvió a cerrar sus ojos ciegos colgado boca abajo en la penumbra del campanario, esperando la llegada de la tibia y acogedora noche, soñando continuadamente con la llamada, hasta que ésta se convirtió en el único pensamiento que poblaba su cabeza.


Buddy Baker era un hombre nuevo. Su vida se había estabilizado de una manera milagrosa. Después del asunto de Maggedon(2) la comunidad superheroica que, salvo algunas excepciones, ni le conocían, ahora le respetaban y le trataban como a un igual. Por otra parte vivía con Ellen lo más parecido a una segunda luna de miel, todo era maravilloso en el paraíso. Hasta Cliff y Maxinne habían dejado definitivamente de pelearse por cualquier cosa. Esa mañana mientras se duchaba se repetía continuamente que no acababa de creerse que todo le fuera tan bien. Incluso hasta el calentador del agua parecía funcionar a la perfección. Claro, que teniendo en cuenta que se lo había arreglado Steel(3) hacía una semana, no era de extrañar.

Salió tarareando de la ducha y mientras mordisqueaba un bollito con pasas encendió el contestador del teléfono para escuchar los mensajes del fin de semana. Tres mensajes.

-##Buddy, soy la Señora Milligan, quería decirle que toda la urbanización estaría encantada de que usted fuese el presidente de la comunidad, seguro que con sus influencias lograría multitud de fondos para el barrio. Y dígale a su encantadora mujer que ya he repartido todos los folletos que me dio para el mercadillo que organiza. Nos vemos el próximo sábado.##

La señora Milligan era una viejecita incombustible que adoraba a Ellen y a los niños y que, por algún extraño motivo, había empezado a impulsar la campaña a presidente de la comunidad de Buddy, propuesta que a él no le hacía mucha ilusión. Otra cosa era el mercadillo, Ellen le había amenazado al más puro estilo femenino, es decir con una futura y aterradoramente posible carencia de sexo, para que tirara o vendiera una gran parte de la “mierda” (palabras textuales) que había almacenado con los años: Réplicas de cristal de la ciudad embotellada de Kandor, vinilos rayados de los “Electric Prunes”, pisapapeles de Gotham y Metrópolis, autógrafos de la mitad de los superhéroes del país, carteles de “se busca” como si la persona de la foto fuese del escuadrón suicida, figuras de plástico de montones de músicos de rock del planeta, camisetas con la leyenda “mi pareja estuvo en Thannagar y sólo me trajo esta estúpida camiseta”... Jack Knight(4) habría envidiado su desván. Finalmente, tras mucho dilucidar, había optado por la mejor solución, pedirle a un amigo que le guardara todo lo posible y sacar al mercadillo lo que realmente tiraría, o eso o buscar más “mierda” en otros y venderlo luego él mismo como si siempre hubiera sido mierda propia, aunque con esto último seguro que no engañaría a Ellen. No sabía cómo pero Ellen había nacido con un detector de mentiras incorporado. “No es eso”- Le había confesado una noche ella- “Es que los hombres sois tan simples que no sabéis ni mentir”.

Segundo mensaje:

- ##Buddy, soy Nightwing, de los Titanes. Nos gustaría mucho que nos echaras una mano con un asunto que nos preocupa. Se trata de Gorila Grodd. Pensamos que tal vez esté tramando algo y a lo mejor tú puedes ayudarnos.##

Jo, los Titanes querían su ayuda. Vale, podía ser el padre de cualquiera de ellos, menos de Starfire que era de otro planeta y no recordaba haber tenido más de un par de abducciones, pero, joder, eran los Titanes... Ya vería que podía hacer, les llamaría esta misma tarde.

Tercer mensaje:

-## Señor Baker, soy Maximilian Graves, su nuevo vecino, mi mujer, Amanda, y yo estaríamos encantados de tenerles como invitados a cenar el viernes, estamos ansiosos por conocerles. Si no está muy liado con asuntos de superhéroe, claro...##

No sabía si hablar con Ellen; ella era una diplomática absoluta y no solía denegar ninguna invitación, pero este viernes emitían en el canal de música el concierto de “The Who” en el Royal Albert Hall. En fin, lo grabaría y acudiría a la cena, eso sí, debería indicarle que era vegetariano para que no hubiera que pasarse la cena esgrimiendo disculpas mutuas. Igual, al final, hasta era una persona encantadora y todo...Aunque lo más probable era que fuese un friki más, obsesionado por los superhéroes.

Hoy tenía todo el día para él, Ellen estaba en una entrevista con el dueño de una galería dispuesto a realizar una exposición de sus dibujos, los niños estaban en clase y la verdad era que no le apetecía nada ponerse a trabajar ahora. Un grupo de ayuda a los animales le había contratado como supervisor de proyectos y tenía una pila de denuncias que debía revisar para ver a cuáles atendían primero. No, el leve espectro de la resaca del domingo todavía le latía en los estratos más bajos de su cerebro, y el día era muy soleado como para ponerse a leer documentos bajo la luz eléctrica. Sin pensárselo mucho sacó del armario su traje, se lo puso con tranquilidad y salió por la ventana volando como la manada de gorriones que acababan de cruzar por su tejado. Aunque estaba conectado al campo morfogenético de la tierra, le agradaba más sentir por un momento la compañía de animales al adquirir sus habilidades.


Tras la cena y tras haber logrado acostar, que no dormir, a los niños, Ellen y Buddy, se tumbaron en su cama de matrimonio, cogidos de la mano, sin llegar a decir nada durante una buena sucesión de minutos.

- ¿Sabes? Al galerista le han entusiasmado mis grabados. No entiende como no he realizado más exposiciones antes.- Le comentó Ellen a su esposo.

- Siempre he sabido que tenías un gusto exquisito, te casaste conmigo, ¿no?.

- Bueno, no puedes juzgar a una persona por un solo fallo....- Ellen no pudo continuar la frase, su marido se abalanzó sobre ella fingiendo un enfado monumental, pero sin conseguirlo, al no poder parar de sonreír. Encima de ella y sujetándola de las muñecas con suavidad comenzó a besarla.

- ¿Sabes cuánto te quiero?.

- Claro que sí, pero no me importaría oírtelo decir otra vez.

- Realmente no podría vivir sin ti. Lo digo en serio, no podría.

- La verdad es que esta dependencia me parecería patológica si me la contara una amiga sobre su esposo, pero te creo, yo tampoco podría vivir sin ti.

- Cuando pienso en que puedo perderte, una parte de mí se estremece como si ya hubiera ocurrido alguna vez, lo que es un sentimiento horroroso. No me dejes nunca, cariño.

- Tranquilo campeón, no pienso hacerlo, viviremos hasta el final de nuestros días los dos juntos y seremos como esas parejas de ancianitos que parecen ser uno solo. Como en esa canción de los Beatles, “When I´m sixty four”.

- Me encanta cuando citas a los clásicos...- Dijo muy rápido Buddy antes de besar de nuevo a su mujer, la adoraba todavía más cuando demostraba lo que sabía de música de los sesenta. Nunca olvidaría el concierto en el que se conocieron. Fue imperdonable, los Byrds en el escenario y él sin hacerles ni caso, extasiado en contemplar a la bellísima pelirroja que bailaba al son de las guitarras eléctricas de McGuinn y compañía.

- ¿Sabes en qué estoy pensando?.- Le preguntó a Ellen.

- Claro, en los Byrds.- Fue la rápida y precisa respuesta.

- A veces me das miedo, menos mal que, casi nunca, pienso en otras mujeres.

- Sí, tendrías problemas si lo hicieras muy a menudo. Cielos, todo es perfecto últimamente, espero no despertarme una mañana y comprobar que todo ha sido un sueño.

- Pues mientras despiertas, disfrutemos de los sueños, a poder ser lo más húmedos posibles...

- Por cierto, cariño, mira un momento en el armario, he encontrado una cosa que igual podemos aprovechar antes de que la vendamos en el mercadillo.

Buddy dudó un momento, pero luego pensó que si su mujer se lo había pedido tendría algún motivo para esta molesta interrupción. Abrió el armario y sacó, entre carcajadas, un traje de pirata.

- Alguien lo había escondido en la lavadora del sótano y casi te quedas sin poder llevarlo al mercadillo.- Comentaba Ellen sin poder parar de reírse.- ¿Tienes idea de quién ha podido hacerlo?.

- Vaya, este es el traje de pirata que llevaba en la fiesta de Halloween del último año en la universidad. Tú fuiste igual de poco original que yo y te disfrazaste de bruja...

- Sí, supongo que los porros y las neuronas son incompatibles... y pensábamos, además, que menudos hijos podrían salir de un pirata y una bruja... Póntelo, anda, antes de deshacernos de él.

- ¿Ahora?. Vale, ahora.- Contestó raudo al ver la expresión de su mujer.- ¿Y tú serás de nuevo una bruja o la bella hija del gobernador de Port Royal?.- Preguntó mientras se colocaba el pañuelo que una vez fue negro con calaveras blancas.

- Ya lo descubrirás.

- ¿Deseas algo más?

- Sorpréndeme, estoy prisionera en tu goleta...


La Polilla (ya no quedaba nada del ser humano que fue Drury Walker(5)) sintió muy dentro de su ser la llamada, sus antenas imaginarias, las que creía tener como dos gráciles protuberancias que salían de su frente, se estremecieron súbitamente con un mórbido regocijo que le llegó hasta la parte más baja de su abdomen. Debía seguir esa señal, no podía hacer otra cosa, nunca había tenido nada más claro en toda su vida, tanto cuando era un simple humano con ínfulas de supervillano ridículo, como cuando cambió definitivamente a la polilla. La suerte, no, no la suerte, el destino, había querido que el último superhumano al que había matado, todavía caliente en su sótano, fuese un telépata. Ahora sólo tenía que ponerse su piel, adquirir su poder y rastrear toda su ciudad en busca de un supervelocista, y una vez vestido con su piel, correr a la velocidad máxima, para encontrarse con quien le llamaba desde tan lejos.


- Sean muy bienvenidos a nuestra casa, Señor y Señora Baker.- Maximilian les acababa de abrir la puerta con una sonrisa que no parecía nada forzada, era un hombre extremadamente alto y delgado, al que el traje le quedaba de maravilla. Debía tener no más de cuarenta años, pero aparentaba muchos menos, al igual que su mujer, cuyo pelo dorado parecía auténtico y, al igual que su marido, hubiera pasado con facilidad por una persona de treinta y pocos años.

- El placer es todo nuestro, son ustedes muy amables invitándonos.- Respondió rápidamente Ellen, siempre tan educada y cordial.

- Tonterías, no es ninguna molestia preparar una ligera cena vegetariana para nuestros nuevos vecinos.- continuó Maximilan guiñándole el ojo a Buddy.

En ese momento, Buddy, con la paranoia habitual de todo superhéroe comenzó a pensar que algo no iba del todo bien, realizó una batida mental de los animales del barrio por si descubría algún tipo de sensación que pudieran tener sobre estas personas y descubrió que en un radio cercano a la casa no había ni un solo animal. No había perros, ni gatos, ni aves nocturnas, insectos, murciélagos, arácnidos... No había vida animal ninguna.

Pero al poco tiempo, tras un aperitivo agradable, vino una deliciosa cena, que acompañada por una conversación culta e interesante, hicieron que Buddy se despreocupara casi completamente, achacando su anterior impresión a la autosugestión. Si no había animales en los alrededores podía deberse a multitud de motivos, incluso hasta que no hubiera sabido dar con ellos.

- Como le decía antes, señor Baker.- Decía el señor Graves.

- Por favor, llámeme Buddy, y yo así le podré llamar Maximilian.

- De acuerdo, Buddy, mucho mejor. Como te decía, la evolución es una de las fuerzas del planeta, una energía, al igual que la magnética, la eólica o la solar. La universidad de Tel Aviv está tratando de aislarla y buscarle una fórmula matemática.

- Sería una fórmula muy larga, la evolución depende de muchos factores: Físicos, ambientales...

- No, eso es un error, la evolución no depende de ellos, está por encima de ellos, de la misma manera que a la ley de la gravedad no le afectan las condiciones climáticas o el color de los ojos de las personas que se arrojan al vacío. La evolución siempre se abre camino.

- ¿Eso no es de Parque Jurásico?

- Ja, ja, ja. Muy bueno, Buddy, ya veo que no puedo seguir tomándote el pelo por más tiempo, pensaba que no habrías visto esa película.

- ¿Bromeas?, tuve que llevar a los niños a verla cuatro veces. Cada una de las secuelas. Tenemos hasta los vídeos. Mi hija está loca por Jeff Goldblum. Como mi mujer.

- Venga, Buddy, no es para tanto.- Protestó sonriendo Ellen.- Sólo porque le viera en una ocasión y me saludara muy amablemente, tampoco quiere decir que me vaya a casar con él. Antes estaría Vigo Mortenssen

- Son ustedes una pareja encantadora. Nosotros también tenemos un amigo a quien le encantan los dinosaurios, ¿verdad querido?.- Reía Amanda quien no había conversado en demasía a lo largo de la noche. Sin embargo a su marido no pareció gustarle la última pregunta por lo que Amanda, muy hábilmente, cambió inmediatamente de tema- Ellen, ¿quieres ver mi álbum de fotos de actores?, tengo fotos dedicadas de casi todo Hollywood, hasta de Jeff Goldblum.

Ellen y Amanda dejaron solos a sus respectivos maridos. Por un momento Buddy se sintió algo incómodo, el largo de tiempo de convivencia con Ellen le había hecho un especialista en los repentinos cambios de tema, aunque sólo fuese porque Ellen siempre se los descubriera, y éste último había sido originado por una cuestión que debía ser realmente peliaguda. Pero enseguida recuperó el sentido común una vez que el señor Graves le ofreció una copa de un excelente coñac.

- La verdad es que antes exageraba algo, Buddy, pero sí que creo que la evolución es algo mucho más complicado de lo que saben hoy día los científicos.

- Supongo que sí.- Trató de conciliar Buddy al ver que Maximilian se había puesto algo serio.

- Es una fuerza peligrosa, cruel a su manera, extermina a quienes no le sirven correctamente, como un dios del antiguo testamento no tiene reparos en asesinar a todo aquel que se le opone o a quienes se le antoja. Borra del libro de la historia razas enteras, florecientes civilizaciones, deja vivir a seres ridículos y sepulta bajo la arena de la eternidad a cientos de millones de especies que deberían haber tenido su oportunidad.

- Como le dije, no soy un experto en evolución, pero no creo que haya que humanizarla de esa manera. Si una especie desaparece no será por el odio o desdén de la evolución...- Tras decir estas palabras Buddy se culpó por haber llevado la contraria a esta persona que parecía ponerse violenta por momentos.

- Te equivocas, querido Buddy, te lo aseguro, la evolución se sirve de todos los seres vivos para sus propósitos, y, a veces, se apoya más en determinados seres. Como tú o como yo.

No le gustó como sonaba eso, ese “tú y yo”. De repente le vino a la memoria una conversación que había tenido con el Hombre Elástico(6) en sus tiempos de miembro de la Liga de la Justicia de Europa. Trataba de un caso que Ralph había investigado y estaba relacionado con el robo de artefactos ocultistas. El ladrón utilizaba un sobrenombre:  “Maximilian Graves”, “El que hace un Millón de Tumbas”(7) y por lo visto era un sobrenombre bastante usado en ocultismo... La sombra del señor Graves entonces comenzó a moverse independientemente de su dueño hasta crear una figura enorme, aterradora, contenedora de todo el horror que pudiera caber en un ser humano, capaz de helar la sangre a cualquiera.

- Voy a ver qué está haciendo mi mujer.- Tartamudeó Buddy pensando solamente en sacar de aquí a Ellen .Ya descubrió qué estaba mal, Maximilian le había seguido, sabía que era superhéroe, y sabía que era vegetariano aunque nunca llegó, por descuido, a llamarle para indicárselo. Se había metido, y a Ellen, lo que era peor, en una trampa. Trató de adquirir poderes animales, pero el campo morfogenético no le respondía.

- Ya verás Buddy, como no eres el único con esas habilidades que tratas inútilmente de utilizar, hay otros, somos otros. Hay más de un campo morfogenético en la Tierra y hemos apagado momentáneamente el que utilizas. También verás como tampoco hay animales cerca. De momento sólo quiero que te quede una cosa clara. Sé perfectamente qué es la Evolución, y también sé que ella nunca toma prisioneros...


Continuará...

Si te ha gustado la historia, ¡coméntala y compártela! :)

Referencias:
1 .- Kirk Langstrom es un zoólogo y genetista que, tratando de emular a héroes como Batman, desarrolló un suero especial para obtener las capacidades sensitivas de los murciélagos que terminó mutándolo en un gigantesco murciélago humano. Ha sido un colaborador eventual del citado Batman aunque también se han enfrentado en numerosas ocasiones, sobre todo cuando pierde el control de su mutación. Fue creado por Frank Robbins y Neal Adams en el Detective comics #400 (1970)
2 .- Animalman ayudó a la JLA para que la humanidad accediese al Campo Morfogenético y alcanzase momentáneamente su destino evolutivo, dotando a todos los seres humanos de superpoderes. Con ellos, la Tierra pudo resistir el terrible ataque de Maggedon, el arma de los Viejos Dioses que amenazaba con destruir el planeta (ver JLA vol 1 #34-41 "World War III" 1999-2000)
3 .- John Henry Irons a.k.a. Steel (Acero) es un ingeniero especialista en armamento que, cuando vio el daño que sus armas hacían a su propia comunidad, decidió abandonarlo todo, terminando como trabajador de la construcción. Salvado de la muerte por Superman, Henry decidió honrar la memoria del héroe tras su muerte y, creando una armadura especial, se convirtió en “El Hombre de Acero”. Desde entonces ha probado su valía en numerosas ocasiones e incluso ha formado parte de la JLA. Fue creado por Louise Simonson y Jon Bogdanove en Adventures of Superman #500 (1993)
4 .- Jack Knight es el último de una larga estirpe de héroes que han llevado el nombre de Starman. Hijo del Starman original, el nunca buscó convertirse en un superhéroe pero, tras la muerte de su hermano David, no tuvo otro remedio que convertirse en el portador de la Vara Cósmica y defender su ciudad natal Opal City. Su carrera fue bastante breve, retirándose a su antiguo trabajo de anticuario y pasando el testigo y la Vara a Stargirl (Courtney Whitmore). Fue creado por James Robinson y Tony Harris para el Zero Hour #01 (1994).
5 .- La Polilla Asesina (Killer Moth en el original), aunque fuese creado originalmente como una especie de “anti-Batman”, nunca pasó de ser uno de sus enemigos menores. Terminó por determinarse que no era más que un criminal fracasado que había adoptado ese apodo y traje para “crearse un nombre”, algo que nunca ocurrió. Cuando el demonio Nerón ofreció nuevos poderes a los héroes y villanos a cambio de su arma (Underworld Unleashed, 1995-96), Drury fue uno de los aceptó el trato, convirtiéndose literalmente en una monstruosa “polilla humanoide” que comenzó a ser conocida como Charaxes. Killer Moth fue creado por Bill Finger y Lew Sayre Schwartz para el Batman #63 (1951)
6 .- Fascinado por conseguir fama y fortuna, Ralph Dibny descubrió el secreto de ciertos contorsionistas quienes tomaban el extracto de una extraña planta llamada "gingold" para potenciar su elasticidad. Consumiendo regularmente un concentrado de ese extracto Ralph obtuvo la habilidad de estirar su cuerpo de manera sobrehumana. Creó entonces la identidad de "El Hombre Elástico" y utilizó su habilidades detectivescas para resolver crímines allá por donde fuese junto a su mujer Sue. Fue creado por John Broome y Carmine Infantino para el Flash #112 (Mayo 1960), 18 meses antes de la aparición del Fantastico Four #01 y de la creación de Mr Fantástico (con el que comparte su especial habilidad).
7 .-  El nombre es un sencillo juego de palabras fonético:“Makes a Million Graves” El que hace un millón de tumbas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario