La Vision nº04

Título: Asuntos de familia (y IV)
Autor: Lobo Rojo
Portada: Edgar Rocha
Publicado en: Mayo 2005

La Visión continúa con su investigación para resolver el caso de la guerra interna de la Maggia, aunque eso le suponga infiltrarse en una base de SHIELD, dónde enfrentará una terrible amenaza gracias al más inesperado de los aliados.
Posee un cuerpo artificial que le dota de enormes poderes: controla su densidad, posee una mente computerizada y una joya solar capaz de absorver y emitir grandes cantidades de energía.  Y sin embargo es su alma humana y compasiva lo que le convierte en uno de los Héroes Más Poderosos de la Tierra. El es...
Creado por Roy Thomas y John Buscema

Resumen de lo publicado: Por orden de un nuevo Gran M, asesinos de Maggia están eliminando a antiguos líderes y supervillanos de la propia organización. La Visión investiga el ataque al Siniestro Segador y se ve envuelto en una lucha entre este y el asesino mercenario llamado Leopoldus. El Segador queda a disposición de SHIELD mientras que Leopoldus huye. Poco después una bomba explota en el restaurante Palatino, donde dos amigos del vengador, Norman Webster y Darby comparten una cena romántica. La Visión logra rescatarles a ellos y a otros clientes pero Darby permanece en coma. En el Hospital Memorial donde han sido ingresados, el sintezoide, con la ayuda de la doctora Jane Foster evita un atentado contra Joseph Manfredi, jefe de Maggia malherido en el Palatino. Entonces el Segador reaparece y cuando la Visión va a detenerle, el teniente Chance de SHIELD, le informa de que ahora el villano trabaja para ellos.


La mujer de la máscara dorada corre sin mirar atrás. Un par de explosiones suenan en el inicio de la galería de la que viene. Mientras huye se pregunta si las explosiones que escucha son causadas por sus atacantes o por el sistema de autodestrucción que ha activado. Confía en que alguno de los bastardos que asaltaron su escondite haya pagado cara su intromisión. ¿Cómo la localizaron? Sabía que alguien estaba asesinando a los antiguos jefes de Maggia y creía haber tomado todas las medidas para no ser hallada. Debería haberse ido a Europa como pensó en el primer momento. Sí, volver a Roma hubiera sido una gran idea. Roma está bien en esta época del año Al menos hasta que las cosas se calmen en los USA. Sus instintos le avisan de que hay alguien delante. Frena, contiene la respiración, se pega a la pared. Dos figuras armadas hasta los dientes vienen por donde pensaba escapar. Piensa, piensa...

- Debe estar por aquí, ¿captas algo? – susurró uno de los dos mercenarios.

- Los sensores de calor no detectan nada. Pero eso no quiere decir nada si lleva un uniforme de kevlar anti-térmico.

¡Klang! ¡Klang!

Las linternas de ambos asesinos enfocaron hacia el lugar de donde provenía el ruido. En el suelo, ante ellos yacía una careta de oro ¿Pero, dónde estaba su portadora?

Sin darles tiempo a reaccionar la mujer llamada Madame Máscara saltó de su escondite en el lado opuesto del pasillo y descargó su arma sobre ellos. Dos impactos en la frente, justo entre los ojos, y ambos cayeron. Se detuvo a recoger su máscara, la necesitaba.

- Ven cariño. – En su ansiedad no detectó la presencia de una tercera figura.

- Emotivo, querida Madame Máscara. Muy emotivo, ¿O debería llamarla Miss Frost? – y sin un segundo de vacilación, el mercenario conocido como Leopoldus descargó su arma a quemarropa sobre la acosada mujer. El cuerpo sin vida de Madame Máscara cayó al suelo.

- Atención equipo Gamma. Misión concluida. Regresen a la base. – Dijo a su intercomunicador. – Yo me encargaré de informar personalmente a “Gran M” de que Whithney Frost, antigua “Gran M”, alias El Director, alias Madame Máscara ha sido eliminada.


Nueva York. Aeropuerto John Fitzerald Kennedy. Salida vuelos internacionales.

- Miss Longfellow, qué pase unas buenas vacaciones en Europa.

- Muchas gracias, la verdad es que las necesito. - Contestó con una sonrisa. Con su pasaporte en la mano, la secretaria de dirección, Krissy Longfellow [1] se dirigió hacia la terminal. Roma estaba bien en esta época del año. Fue una idea muy prudente dejar tras ella un bioduplicado de sí misma. Incluso filtrar su localización para despejarse el camino. Volverá a los USA cuando las cosas se hayan calmado.

- ¿Esa era Madame Máscara? Demasiado fácil. – Dijo el Segador, recordando su experiencia con uno de sus bio-duplicados.

En la instalación secreta de la unidad de SHIELD dirigida por el teniente Chance, una unidad a la que hace apenas dos días se ha unido el Siniestro Segador, Eric Williams y el mencionado oficial, repasan las imágenes de los líderes de Maggia que han ido siendo asesinados en los últimos días.

- Látigo Negro, Mark Scarlotti, también conocido como Latigazo. Fue un error, en realidad no era él, sino un advenedizo que se hizo con su uniforme y su arsenal y estaba en el lugar equivocado. – Dijo el teniente Chance.

- Gladiador, Melvin Potter. Villano retirado. La tienda de disfraces que regentaba fue destrozada por una bomba hace unos días. SHIELD le ha metido en el programa de protección de testigos Al menos hasta que pare esta sangrienta vendetta.

- El Hombre Planta. Sam Smithers. Este criminal se hizo más poderoso tras robar tecnología de Maggia después de trabajar como lugarteniente del Conde Nefaria. Desde entonces duplicados vegetales suyos han hecho diversas apariciones enfrentándose a los más diversos héroes en los esquemas más increíbles. Se han encontrado los cadáveres de varios de estos duplicados.

- Siniestro Segador, Eric Williams. O sea, tú mismo, fuiste asaltado en uno de los cubiles de Phineas Mason, alias el Terrible Chapucero. Según nuestros informes fuiste acribillado. Sin embargo aquí estás, sano y salvo. ¿Te importaría explicarme cómo?

- Simplemente mejoré.- Contestó Williams. No quería dar explicaciones, ni creía realmente lo que había pasado. Se había enfrentado a la Muerte y la había rechazado, despertando de nuevo mientras sus heridas se cerraban.

Chance miró fijamente al Segador. Carraspeó y decidido a no perder tiempo, pasó al siguiente archivo.

- Leopoldus. Es el culpable de la mayoría de estas muertes. Mercenario y asesino de alquiler. No se le conoce apellido, y ha cubierto muy bien su rastro. Experto en armas y tecnología suele acompañarse de un equipo de mercenarios, generalmente reclutados en la escuela del Supervisor. Mis hombres están indagando en su pasado, pero no resulta fácil.

- Efectivamente es él. – afirmó Williams - Sí... me quedé con esa cara.

- Sobreviviste y localizaste a Leopoldus y uno de sus grupos en el Hotel Excelsior, dónde llevaste a cabo tu pequeña venganza.

- No me gusta ser tiroteado...

- En vuestra pequeña guerra intervino la Visión. Leopoldus huyó y tu fuiste capturado por el vengador que te dejó a recaudo de mis hombres...

- Y entonces tú me hiciste una oferta que no pude rechazar, y aquí estoy. Eric Williams, el Siniestro Segador, Agente de SHIELD. – Interrumpió el Segador. – Eso ya lo sé, sigamos...

- Bien, este es... – Continuó Chance.

- Marko el Hombre Montaña, le reconozco por reputación de cuando yo era un don nadie en Maggia. ¿También se lo han cargado? -

- Eh... no. Marko fue contactado hace varias semanas por Leopoldus, pero no sabemos por qué motivo. La misma noche que tú te enfrentabas a Leopoldus y su banda en el Excelsior, dos vengadores, Ojo de Halcón y Hércules, detenían a Marko y a los Forzadores en un tugurio de mala muerte [2] . Estoy moviendo ficha para que los cuatro sean trasladados y sean sometidos a un interrogatorio de SHIELD. A ver que sacamos en claro.

- Interrogatorio de SHIELD - Sonrió el Segador – ¡Je! Seguro que todas las ONGs proderechos humanos del mundo se os lanzarían encima de ver vuestros métodos de sacar información... ¿queda alguno más?

- Sí, el último por ahora. Joseph Manfredi, alias Ala Negra. Heredero de Silvio Manfredi. El otro día fue víctima de la explosión que destruyó el Restaurante Palatino. La bomba fue colocada por el equipo de Leopoldus al que te enfrentaste. La Visión llegó allí a tiempo de salvar a muchos de los comensales. Posteriormente alguien intentó asesinar a Manfredi en su habitación del Hospital Memorial. Esta vez la Visión, con ayuda de la doctora Foster evitó el asesinato...

- Y yo. - interrumpió de nuevo el Segador – Nosotros llegamos a tiempo de detener a uno de los asesinos que huía. Yo lo detuve ¿recuerdas? Luego ese maldito androide me atacó. ¡Ja,Ja,ja,ja! Disfruté un montón cuando vi la cara que ponía cuando le comunicaste que ahora trabajo con SHIELD y que por tanto no podía hacer nada contra mí. ¡Todo un espectáculo!

- “Sí. La verdad es que no nos hizo gracia a ninguno” - Pensó chance – “Pero necesito la experiencia y los conocimientos de Eric Williams para cumplir con los objetivos que SHIELD me ha encomendado”.

- Eh , Chance, te has quedado muy callado, ¿Seguimos?

- OK - dijo dirigiendo la vista a la pantalla.


Cada vez más cerca de su presa, dos pares de poderosas manos excavaban a través de la dura roca del lecho de Manhattan.

– ¿Falta mucho Lleik? – Preguntó uno de ellos.

 - ¡No! ¡Calla y sigue excavando El-Gud! – Contestó el otro.


- ¡Hey, Bishop, mira! Tus poderosos héroes. – gritó una voz con sorna.

El Detective William Bishop levantó la mirada de su ordenador, hizo rodar su silla de despacho hasta la puerta y observó con atención el pasillo de la comisaría. Dos figuras disfrazadas avanzaban por él, una vestida de verde y amarillo, la otra de púrpura y azul. - La Visión, y Ojo de Halcón – Murmuró para sí. - ¡Bah, cuando sean el Capi, Iron Man, o Thor me avisáis ¿vale? – y volvió a sumergirse en su trabajo.

- “...cuando sean el Capi, Iron Man, o Thor me avisáis ¿vale?” - comentó Ojo de Halcón a la Visión mientras se dirigían a la oficina del Tte. Stern. – No importa cuantas veces hayamos salvado el mundo con los Vengadores o sin ellos, los favoritos siempre seguirán siendo los favoritos.

Mientras el arquero hablaba sin cesar, la mente de la Visión retrocedió dos noches, analizando los sucesos acaecidos desde que el teniente Chance le informó que el Siniestro Segador ahora trabajaba para SHIELD.

La voz del Teniente Chance todavía resuena en sus receptores auditivos. – “Como oyes, vengador. SHIELD ha conseguido una orden especial que coloca a Eric Williams bajo nuestra custodia, obteniendo además una reducción de pena por antiguos crímenes en base a los servicios que prestará a nuestro gobierno”.

Todavía recuerda la sonrisa desafiante del Segador y su burla.

- Ya ves “hermano”, ahora trabajo para el gobierno, y por tanto no me puedes tocar. ¿Quién sabe? Quizás si hago méritos y aprieto la correspondientes teclas podría conseguir que me destinaran a los Vengadores. Después de todo, a nuestro gobierno le gusta tener siempre a personas eficaces al mando. ¡Ja,ja,ja,ja! –

La Visión pudo captar el gesto de desprecio que al teniente Chance le causó esta afirmación. Sus palabras fueron breves y concisas.

- Teniente Chance, acato las órdenes de SHIELD ya que mi estatus de vengador me obliga, pero le recomiendo que no pierda de vista a este hombre. El odio irracional que siente por mi y por mis compañeros de equipo no se apaciguará por muchos tratos que establezca con el gobierno. -

La mirada severa de Chance pareció asentir con complicidad al sintezoide vengador. Sin contestarle se volvió hacia sus hombres y ordenó la retirada del destacamento, llevándose consigo a los dos asesinos derrotados por la Visión y el Segador. Mientras subía al transporte de SHIELD, el Segador sonrió irónico al vengador. El teniente Chance se despidió de la Visión. – Descuida vengador, Williams no obtendrá nada de SHIELD que pueda utilizar contra vosotros.

– Permítame dudarlo teniente. - Replicó él. La nave de SHIELD despegó sin hacer ruido.

- ¡Visión! ¡Eh, Visión! ¿Me escuchas?. – La voz de Ojo de Halcón le sacó de su ensimismamiento. Su cerebro computador rebobinó los sonidos captados y grabados por sus receptores auditivos. Desglosó la voz de Ojo de Halcón y se enteró de cual había sido la pregunta. El proceso duró dos segundos.

- ...los favoritos siempre seguirán siendo los favoritos. En fin. Así que a esta comisaría es a donde trajeron al Hombre Montaña y los Forzadores. Tenías que haber estado en aquel bar. Fue toda una fiesta. Claro que tú también corriste tu propia juerga [3] ... ¡Visión! ¡Eh, Visión! ¿Me escuchas?. -

- ¿Juerga? Varias personas resultaron heridas durante los sucesos de antes de ayer, vengador. Dos de ellas muy ligadas a mí, - dijo refiriéndose a Norman y Darby – Una de ellas todavía permanece en coma. Me es completamente inadmisible que te refieras a esos acontecimientos como”juerga”. Ahora, si me perdonas, hemos llegado a la oficina del Teniente Stern, el hombre con el que estábamos citados. ¿Teniente?

- Pasad, pasad, Vengadores. Os estaba esperando. – Dijo Stern desde el interior de su oficina. Los dos Vengadores aceptaron la invitación.

- Tte. Stern, encantado, permítame presentarme. Soy...

- Ojo de Halcón, lo sé. Su mayordomo avisó que venían. Visión, buenas tardes. Ante todo agradecerte la ayuda que nos prestaste la otra noche. Logramos sacar a Manfredi de allí sano y salvo gracias a tu colaboración y a la de la doctora Foster [4] .

- Solo cumplía con mi deber Teniente. En cuanto a lo que nos ha traído aquí...

- Sí, sí, sí. Los cuatro tipos que tu compañero detuvo mientras tú salvabas a Manfredi. – contestó – He arreglado unos careos, que tendrán lugar en la sala de interrogatorios del sótano, ahora, en cuanto bajemos. Si me acompañáis...

Los tres hombres dejaron el despacho,  pero el teléfono de Stern sonó en el interior

- Un momento héroes, si me disculpáis – Dijo mientras regresaba al interior de su oficina.

Ojo de Halcón miró con impaciencia a la Visión. Había dejado que el vengador sintezoide llevara la voz cantante en deferencia a que por ahora este se había visto más involucrado en el caso, tanto activa como sentimentalmente. Sin embargo, estaba deseando implicarse más en la investigación.

- ¿QUÉ? – se oyó gritar al Teniente Stern. - ¿CÓMO ES POSIBLE? ¡¡NO SE ME HA INFORMADO!! ¡¡NADIE ME HA DICHO NADA!!

En el exterior los dos Vengadores cruzaron miradas. Algo no iba bien.

- Precisamente iba a bajar ahora a la sala de interrogatorios con los dos Veng... Sí... Sí... Está bien... no me gusta...sí. Así lo haré, pero anote mi protesta. Hasta luego. – y colgó. ¡Mierdamierdadmierda...! –murmuró el oficial

- ¿Qué ocurre? - Preguntó Ojo de Halcón entrando en el despacho.

Frotándose la cabeza con las manos, Stern contestó. – Lo siento mucho Vengadores, me temo que no podréis ver a los detenidos, ya que acaban de ordenar su traslado inmediato.

- ¿Qué? - Chilló Ojo de Halcón - ¿Quién? ¿Por qué?

- Sinceramente no lo sé. Órdenes de arriba. Tengo las manos atadas, perdonadme.

- Estamos buenos. – se quejó el arquero - ¿Qué sugieres ahora Visi? ¿Visi? ¿Visión? -

Pero el vengador sintozoide había desaparecido.


William Talltrees esperaba el momento de facturar su equipaje. A su lado, su fiel e imponente mascota, ”Lobo”, permanecía completamente inmóvil, aunque siempre vigilante ante las idas y venidas de los transeúntes del aeropuerto. Mientras esperaba su turno, Lobo Rojo, el campeón de los pieles rojas, recordaba las palabras que escuchó decir al forense el día anterior. “Este hombre, Jeff Raymond, no tiene heridas externas, sin embargo su corazón está completamente perforado. Es como si una mano fantasmal hubiera atravesado su pecho sin dañarle y en cambio hubiera clavado sus cinco dedos solidificados en el centro del órgano. La muerte fue instantánea”.

Depositas tu maleta en la banda transportadora de equipajes y entregas el pasaje a la azafata mientras continúas recordando. Esa misma noche, como Lobo Rojo, visitaste la celda donde murió Raymond y la estudiaste con meticulosidad. No había entradas ni salidas secretas, el olor de las puertas y cerraduras coincidía con los del sheriff y su plantilla. Sabías perfectamente que varios seres podían ser sospechosos de este asesinato, un mutante, un hechicero, un demonio, pero había algo, lo que fuera, que te era familiar. No era algo orgánico. Tus instintos aumentados te recordaban algo, o alguien que habías conocido. Un viejo aliado... y por eso viajabas a Nueva York.

- Lo siento señor, no se admiten perros en la cabina de pasajeros. – Dijo la azafata. – Su mascota tendrá que volar en el compartimiento de equipajes.

- No es un perro, es un lobo. – Contestas sonriendo. Siempre quisiste decir esa frase [5] .


En el momento en que oyó el tono alarmado del teniente Stern, la Visión sospechó que algo iba mal. Haciendo su cuerpo inmaterial atravesó el suelo bajo sus pies y comenzó a descender hacia los sótanos de la comisaría. Mentalmente estableció contacto con la terminal de ordenadores del edificio. Las cámaras de seguridad le permitieron comprobar que los cuatro detenidos que buscaba estaban siendo trasladados a través de los pasillos hacia la zona de embarque, donde esperaba un furgón especial con una escolta de hombres armados. Se dirigió hacia allá. Afortunadamente atravesar los muro sólidos permite ir en línea recta hacia el lugar elegido, con lo que cuando llegó al lugar los detenidos todavía no habían aparecido.

Desde las sombras, la Visión observó con detenimiento. A primera vista la escolta que rodeaba al transporte parecían agentes de policía normales y corrientes, pero a través de una observación más detallada, su memoria fotográfica le permitió contrastar que un par de ellos estuvieron presentes hace dos noches junto al teniente Chance. Dedujo entonces que SHIELD se hacía cargo de los Forzadores y el Hombre Montaña. Durante un segundo pensó en identificarse, pero en seguida desechó la idea. Yendo por debajo del suelo alcanzó la parte baja del transporte. Cuando este arrancara lo seguiría bajo las ruedas. La curiosidad le impelía a ver en que resultaba todo esto.


En su habitación del Hospital Memorial, Norman Webster meditaba sobre los últimos días. Todavía le dolía la pierna derecha, y algunas de las quemaduras le escocían, pero afortunadamente estaba fuera de todo peligro, y la doctora Foster le había dicho que en unos día le darían el alta. Pensaba en la pobre Darby, hermosa y tan llena de vida, ahora, unas plantas más abajo, hospitalizada y en coma. La quería con toda su alma, y ello le dolía... Recordaba como Darby en su inconsciencia había llamado a su amigo Victor, cuando la Visión la rescataba de entre las llamas. Si una mujer llama a un hombre en lo que pueden ser sus instantes finales...entonces... ¡Entonces debe amarle profundamente! [6] No había sufrido tanto desde que optó por romper su relación con la inhumana Crystal. Entonces fue elección suya. Ahora... No, no tenía coraje para abandonarla. Se sintió egoísta. Ella podía estar debatiéndose entre la vida y la muerte, y él estaba compadeciéndose de sí mismo.


Mientras seguía el transporte de SHIELD, la mente de la Visión memorizaba el camino, al tiempo que se retrotraía en su interior a pensamientos más personales. Nosotros, que ya acompañamos al Segador en un trayecto similar en el episodio anterior, nos contentaremos con ver lo que pasaba por la mente del vengador, que recordaba esa misma mañana, cuando descargaba su correo electrónico.

Ni un E-mail de Wanda. No sabía nada de Wanda desde que ella dejó la Mansión de los Vengadores antes de la escaramuza en el Excelsior y el incendio del Palatino. Le hubiera gustado atreverse a pedirla que se quedara con él. Incluso tener la osadía de ofrecerse a acompañarla en su viaje al Instituto Xavier. Pero ni siquiera se atrevió a llevarle la maleta hasta el coche. Paralizado, observó como Jarvis hacía esa tarea mientras él se limitaba a levantar la mano en gesto de despedida. Ni siquiera permaneció observando como el coche se alejaba hasta doblar la esquina. Una vez ella arrancó, el dio media vuelta y regresó a su ordenador. Tenía que proseguir su investigación sobre el Segador y Maggia.

Dos días sin noticias de Wanda. Reemprendió su partida de ajedrez. Su caballo saltó por encima de una torre contraria buscando una manera de acomodarse en una posición más satisfactoria para él. Envió el E-Mail.

En otro E-mail, la Doctora Foster le informaba de que el estado de Darby continuaba estable, mientras que Norman mejoraba y sería dado de alta pronto... También le pedía por favor que le dijese a Hércules que la llamase...

Interrumpió sus pensamientos cuando comprobó que el furgón de SHIELD parecía llegar a su destino.


- La unidad que transporta a los detenidos desde la comisaría hasta aquí acaba de llegar, teniente Chance.

- Perfecto. Que se proceda como tenemos estipulado. Cuando lleguen quiero que cada detenido sea confinado en una celda aislada. Y que Marko, el Hombre Montaña, sea el primero en ser llevado ante mí a la sala de interrogatorios.


En estos momentos, un correo electrónico acaba de ser descargado. Su propietario abre el E-Mail y tras observar unos instantes las fichas sobre el tablero, realiza su movimiento. - Jaque – dijo con voz misteriosa y sonrió. El siguiente movimiento de una partida de ajedrez fue lanzado a la red de redes.


El furgón de SHIELD había llegado a un gigantesco hangar en el que había tanto naves aéreas como terrestres e incluso la terminal de uno de esos veloces monorraíles que servia para distribuir a las tropas de SHIELD, su maquinaria y avituallamientos a lo largo de toda la ciudad.

El agente Cross ladró órdenes a los agentes bajo su mando.

- ¡Connery, Moore, Dalton y Brosnan, coged cada uno a cuatro hombres y escoltad a cada uno de los detenidos a su nuevo alojamiento! ¡El equipo que se haga cargo de Marko que venga conmigo! El teniente quiere una charla con él. ¡Venga, moveos!

Sin rechistar el pelotón de agentes de SHIELD siguió las órdenes al pie de la letra. Marko, el Hombre Montaña, fue trasladado por Connery y su equipo, que siguieron los pasos del agente Cross, que ya había abandonado la sala. Mientras, las escoltas dirigidas por los otros tres agentes condujeron al trío detenido por los pasillos que llevaban a la sección de confinamiento. Cuando la sala quedó vacía, el agente Cross siguió los pasos del grupo que dirigía a Marko, los guardias en la puerta se cuadraron ante su presencia, y saludaron antes de que este abandonara el hangar.

El pelotón del agente Cross atravesó varios pasillos en dirección a la sala de interrogatorio donde el Teniente Chance esperaba al detenido. Marko miraba despectivamente a los hombrecitos que le rodeaban. Sin embargo no las tenía todas consigo. Una cosa era pelearse con el maldito trepamuros, Luke Cage o Daredevil, otra inmiscuirse en las historias de espías que se mueven a nivel internacional. Cuando Leopoldus le propuso subir unos peldaños más en su posición no esperaba llegar tan alto y tan deprisa. Llegaron ante una puerta guardada por otros dos centinelas.

- Marko pasa dentro, - ordenó Cross – y estate tranquilito.

El Hombre Montaña obedeció. Agachando la cabeza para pasar el umbral de la puerta ante él penetró en una sala donde al otro lado de la mesa, el teniente Chance esperaba impaciente.

- Siéntate, Marko... y hablemos.


En otra parte de las instalaciones el agente Cross deambulaba por los pasillos. Su mal genio era terrible y pocos agentes se atrevían a inmiscuirse en su camino. La base de SHIELD era más grande que los acostumbrados pequeños destacamentos que la organización implanta aquí y allá. Algo grande y secreto se estaba cociendo aquí. El tranquilo paseo de Cross fue interrumpido cuando de entre las sombras del pasillo salió Eric Williams, el Siniestro Segador.

- Vaya, vaya, ¿a quién tenemos aquí? Ni más ni menos que al valiente que se atrevió a pegarme cuando estaba atado y esposado [7] . ¿Te atreverías ahora, valiente? – Dijo mirándole a los ojos.

Cross retiró la mirada y permaneció callado. Al ver como el agente de SHIELD evitaba mirarle, el Segador activó el movimiento rotatorio de su guadaña y la acercó temerariamente hacia el cuerpo del espía.


En el centro de control de la base de SHIELD, uno de los agentes de guardia observó por un monitor el altercado entre el Segador y el agente Cross.

- Parece que el teniente Chance tenía razón, el rencoroso Segador tiene acorralado al agente Cross en el pasillo V-3.

- No puede ser – contestó el agente L-5 – Mi pantalla localiza al agente Cross en la puerta de la sala de interrogatorios donde el teniente está interrogando ahora mismo al sujeto Marko.

- ¿Seguro que hoy no había ninguna prueba de ensayos de SDVs [8] ? Oí que querían poner al Segador a prueba con un doble de Cross.

- Nos lo habrían comunicado. A todas luces uno de los dos agentes Cross es un intruso. ¡Rápido, da la alarma!

EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

- ¡Esperad hay algo más! Los sensores alertan de que algo se acerca bajo tierra al lugar donde se hallan el Segador y uno de los Cross...


El ruido de las sirenas tomó por sorpresa a Eric Williams. Apagó el rotor de su guadaña. En realidad no pensaba hacerle nada a Cross. Su posición en SHIELD era lo suficientemente beneficiosa para echarla a perder por vengarse de un simple agente. Sin embargo quería darle una lección y meterle el miedo en el cuerpo. Miedo al Siniestro Segador. Sin embargo, algo le mosqueaba, aunque aparentaba preocupación, no olía el miedo de Cross. En esos momentos, algo más llamó su atención.

El suelo se puso a vibrar. En cuestión de segundos comenzó a agrietarse. Finalmente una pequeña erupción de piedra, cemento y acero saltó entre el Segador y el agente de SHIELD haciéndoles perder el equilibrio a ambos. Primero un par de manos rojas salieron de entre los escombros. A continuación, un cuerpo gigantesco y alienígena se incorporó del agujero. En pocos segundos, otro ser idéntico a el primero apareció a su lado.

- ¿Es él, hermano? ¿Verdad? – dijo señalando al Segador.

- Sí, él es a quien nuestro amo nos ha ordenado castigar. ¡¡Él es la próxima víctima de LOS HERMANOS SANGRE!! – Contestó el otro.


La alarma sorprendió al teniente Chance, que de inmediato suspendió el interrogatorio del Hombre Montaña.

.- Connery, Watkins haceros cargo de Marko. – Se llevó la mano a su comunicador personal y preguntó - ¡Seguridad, informe! -.

- Tenemos dos brechas en la seguridad del perímetro señor. Un intruso infiltrado en la base con la apariencia del agente Cross, y dos extraños seres, probablemente alienígenas que han llegado desde el exterior hasta el pasillo V-3, ¡Excavando!

- ¡¿Cómo es posible?! Nuestros sensores deberían haberlos localizado antes de que se acercaran siquiera a un kilómetro. Detectan el más pequeño roedor en ese radio...

- Nuestros escáners están intentando examinarles teniente. Parecen estar provistos de tecnología de camuflaje que bloquea cualquier tipo de lectura de nuestros sistemas.


Eric Williams a duras penas esquivó el gigantesco puño de uno de los dos Hermanos Sangre, El-Gud [9] . Descargó entonces los rayos caloríficos de su guadañas contra su oponente, e intentó poner tierra de por medio entre él y el titán alienígena, sin embargo su huida fue bloqueada por el otro Hermano Sangre.

- ¿Vas a alguna parte terráqueo? – Dijo Yeik con acento burlón. Y con una rapidez inesperada para su corpulencia agarró a Williams por el brazo de la guadaña.

- No entiendo. No os he visto en mi vida. ¿Qué queréis de mí? – Preguntó Williams.

- Ofendiste a nuestro amo, Thanos, al rechazar a su señora, y él nos ha enviado a castigarte por tal afrenta.

El Segador respiró aliviado. Se hallaba ante dos aliens venidos del espacio exterior. Por un momento había temido que fueran demonios enviados por alguna de las deidades demoníacas con las que estableció pactos cuando estaba en su estado de No-Muerto. Pero entonces, cuando cayó en el nombre del amo de los aliens, no tuvo más remedio que tragar saliva y preguntar.

- ¿Thanos? ¿Su señora? ¿Qué les he hecho? - En la vida los había visto.

- No importa. Tan solo importa lo que el amo ha decretado.

- Soltad a ese hombre – Interrumpió una voz gutural.

El Segador reconoció la voz al instante. Él y los Hermanos Sangre miraron hacia el lugar de donde había partido el aviso. Ante ellos se hallaba el agente Cross en posición firme y decidida. El Segador replicó.

- ¿Tú? Ya decía que algo en tu postura me parecía familiar “hermano”. – La imagen holográfica del agente Cross se desvaneció dando paso a la verdadera forma de la Visión.

- Hermanos Sangre, de la raza alíen Roclita, lacayos de Thanos, vampiros estelares. Ese hombre está bajo mi protección.

- ¿Oh, sí? Y tú eres...

- La Visión. Miembro de los Vengadores.

- ¿Vengadores? ¿Oyes hermano? Cómo el odiado Iron Man. Esto va a ser divertido. – Dijo El-Gud.

- En verdad que sí - añadió el Segador. – Aunque preferiría verlo desde otro sitio.

- ¡A callar, carne! – le ordenó Yeik.

Sin esperar, El-Gud saltó sobre la Visión esperando aplastarle con toda su corpulencia, sin embargo su propio ímpetu le llevó a atravesar el cuerpo intangible del vengador artificial, estrellándose con el muro que había a su espalda.


- ¿Cómo ha llegado la Visión hasta aquí? – Chilló Chance mirando los monitores contrariado. – ¡¡¡Se supone que somos una organización secreta!!! -

- Debió de seguirnos al transportar a Marko y los Forzadores desde la comisaría. - Contestó el verdadero agente Cross. Chance le miró con ira y se dispuso a gritarle, pero se calló. No era momento de reprimendas, había que actuar rápido o toda su operación peligraba.

- ¡Quiero que todos los equipos de seguridad estén listos! ¡Pero que nadie intervenga! Supervisad el combate a distancia. Estudiad a los aliens y buscar puntos débiles por si hay que intervenir. – Ordenó Chance. Su larga experiencia como agente de SHIELD le decía que era mejor permanecer al margen en las batallas de superseres.


Calculando milimétricamente, la Visión disparó sus rayos termópticos contra el brazo de Yeik que sujetaba al Segador.

- Veamos que efecto tienen mis rayos solares en la piel de alguien que presume ser un vampiro estelar...

- ¡AAAYYYYEII! – Chilló Yeik. Los rayos solares de la Visión le habían afectado lo suficiente para que dejara libre a Eric Williams, sin embargo pasada la primera impresión el Hermano Sangre se rascó la carne quemada, que en cuestión de segundos comenzó a regenerarse.

- Pagarás por esto Vengador. - Dijo Yeik mientras avanzaba hacia el sintozoide

- Interesante. Observo que la fama de vampiros de las estrellas que ambos hermanos poseéis es tan solo fachada. Un verdadero vampiro hubiera sido destruido sin lugar a dudas por mis rayos solares. – Detrás de la Visión, El-Gud se liberó de los escombros del muro que había derribado en su fallida embestida.

Espalda contra espalda la Visión y el Segador esperaron la acometida de los titanes gemelos. Los rayos solares de la Visión apenas frenaban el avance de El-Gud hacia, él. Del mismo modo los rayos de energía que brotaban de la guadaña del Segador tampoco hacían mucho efecto en el enfurecido Yeik. La Visión susurró algo al Segador y este pareció asentir.

Yeik arrancó un fragmento de suelo y lo arrojó contra el Segador. Este lo esquivó pero el pedrusco golpeó a la Visión en la espalda lanzándole a los brazos de El-Gud. Los puños del Hermano Sangre golpearon repetidamente el cuerpo artificial del vengador. El Segador aprovechó la distracción creada para correr en dirección al hangar.

- ¡Ahí te quedas, “hermanito”!. – Dijo Williams mientras se alejaba.

- ¡Hermano, no dejes que nuestra presa escape! – gritó El-Gud sin cesar de aporrear a la Visión. El vengador parecía no tener capacidad de reacción.

Por su parte Yeik se lanzó en persecución del Segador, que ya veía la entrada del hangar.


En el centro de control de la base, el teniente Chance era informado.

- Teniente Chance, al parecer el Segador pretende huir en el monorraíl.

- Facilítele las cosas, Patterson. Cierren las puertas tras su paso obstaculizando en todo lo posible a su perseguidor. Cuando Williams suba al tren actívenlo, pero manténganlo en automático, y que le siga un pelotón a distancia, no quiero que desaparezca en la confusión.


A medida que el Segador avanzaba hacia el hangar, las puertas se iban cerrando tras él. Del mismo modo, el Hermano Sangre que le seguía iba machacando inexorablemente obstáculo tras obstáculo en dirección a su presa.

Finalmente el Segador alcanzó el hangar y saltó al último vagón del monorraíl.


-¡Activen el transporte, ahora! – Ordenó Chance.


La sacudida de arranque hizo perder el equilibrio a Eric Williams. Gritó victorioso al ver como el vehículo arrancaba en dirección al túnel. -¡¡Síii! - Sin embargo su gesto triunfante cambió al ver los avances de su perseguidor.

Yeik había roto la última puerta sin ningún problema y en meros segundos dio uno de los poderosos saltos que la baja gravedad de la tierra permitía dar a los de su especie. Cayó sobre el tejado del vagón donde se hallaba el Segador y tras incrustar sus dedos en el acero del techo lo desgajó como un limón. Saltó a su interior y se dirigió a Williams que no tenía salida. - ¡Se acabó terráqueo...!

- ¡No! ¡Atrás! – gritó Williams. Activando el rotor de su guadaña de nuevo, el Segador antepuso el movimiento giratorio de su afilada hoja a la trayectoria de su perseguidor y este resultó cortado al estirar su brazo para agarrarle. Sin embargo Yeik no se amilanó y golpeando el suelo con fuerza hizo perder el equilibrio a Williams para a continuación sujetarle con firmeza e inmovilizarle. Una sonrisa se dibujó en su rostro, una sonrisa que mostraba unos colmillos muy afilados. Afilados y sedientos.


- Parece que el viaje del Segador va acabar. – Comentó Cross. – Iniciamos la intervención.

- Esperad - Ordenó Chance.

- A la Visión tampoco le va mejor. – Añadió Cross mientras señalaba el monitor donde El-Gud continuaba golpeando al vengador. – Los golpes del monstruo deben haber estropeado ese cerebro computador suyo y es incapaz de cambiar de densidad, incluso de defenderse.

- He dicho que esperemos. – Se reafirmó Chance. Los Vengadores nunca le habían fallado... hasta ahora.


Mientras el silencioso transporte se alejaba de la base de SHIELD, Yeik clavó sus colmillos en la yugular de Eric Williams. En el silencio del vagón solo se oía el gemido del Segador, mezclado con el baboseo del Hermano Sangre en pleno festín. Y entonces sucedió lo inesperado... ¡Yeik comenzó a chillar de dolor llevándose las manos a la garganta!

- ¡AAArrgghhhh! –¡Aaaahhrghh¡ ¡Su sangre!- y comenzó a escupir - ¡Maldita sea! ¡Su sangre quema! ¡Maldito seas! – y arrojó el cuerpo del Segador contra la pared del vehículo como si quemara.


Y en la base de SHIELD, El-Gud sintió el dolor de su hermano. Casi al instante, la Visión aprovechó la ocasión para incrementar su masa, de tal manera que el siguiente puñetazo del alien golpeó una de las sustancias más duras que jamás había encontrado en toda la galaxia.

- ¡Aaargh! – Gritó El-Gud. Sin darle tiempo a recuperarse, fue ahora la Visión el que usó sus endurecidos puños para aplacar al gemelo vampiro. Tras una sucesión de certeros golpes, El-Gud cayó de rodillas, derrotado.

Una unidad de SHIELD se hizo cargo del alien. Chance se acercó a la Visión.

- Tenemos que hablar Vengador. Pero antes, ¿Qué ha pasado? – Preguntó el teniente con curiosidad.

- El informe que Iron Man hizo a los Vengadores decía que la cercanía de los dos Hermanos Sangre entre sí sustenta sus poderes y revitaliza sus energías. Permitiendo que un hermano siguiese al Segador, y explotando la saña del otro dejándome golpear por él otro, logramos separarles. Sus fuerzas fueron disminuyendo.


A kilómetros de allí, en el interior de un tren que comenzaba a frenar su carrera, el otro alien caía inconsciente víctima del enlace simbiótico que les unía. En segundos Eric Williams se encontró rodeado de agentes de SHIELD que le escoltaron de vuelta a la base donde esperaban la Visión y el teniente Chance.

- ¿Qué ha sucedido?– Preguntó el vengador a su letal enemigo. -

- A ti te lo voy a contar... – Contestó el Segador sobrecogido. El odio de Williams por la Visión era tan solo una excusa. No sabía a ciencia cierta lo que había pasado. Es como cuando resucitó tras ser tiroteado por Leopoldus y sus hombres. Entonces rechazó a la Muerte [10] , y sus heridas curaron. Ahora era su sangre la que se le había indigestado al vampiro galáctico. ¿Podría ser que parte de los poderes demoníacos que tuvo todavía formaran parte de él? ¿Tenía todavía sangre de demonio?

Un agente de SHIELD con gesto de preocupación corrió hacia el teniente Chance. - ¡Señor, señor...!

- ¿Qué diablos ocurre ahora? – manifestó el teniente molesto.

-En la sala de interrogatorios, señor. Hemos hallado muertos a los agentes Connery y Watkins. Marko, el Hombre Montaña permanecía tendido a su lado en estado muy grave.

Continuará...


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Referencias:
1 .- Krissy Longfellow es la falsa identidad que Madame Máscara adquirió para trabajar como secretaria personal de Tony Stark en Stark International durante una temporada que abarcó los números USA de Iron Man (V.1) 91-103.
2 .- Ver Los Vengadores 3,en Action Tales
3 .- Como pudimos ver en los números 2 y 3 de esta serie.
4 .- Capítulo anterior.
5 .- Un No-Premio a quien comprenda la referencia.
6 .- Norman no sabe que Victor y la Visión son la misma persona. Darby lo sabía y en realidad estaba agradeciendo a la Visión que acudiera al rescate.
7 .- El agente Cross propinó un culatazo al esposado Segador en el episodio anterior.
8 .- SDV: Simulacro Dotado de Vida. Seres artificiales originalmente diseñados por Tony Stark que parecen completamente humanos y suelen ser utilizados por SHIELD para reemplazar a algunos de sus agentes sirviendo de señuelos.
9 .- En realidad los Hermanos Sangre (Blood Brothers en inglés) no tienen nombres propios, sin embargo me he tomado la libertad de bautizarles en esta aventura como Yeik y El-Gud en claro homenaje a Jake y Elwood los Blues Brothers.
10 .- Ver número 2 de esta serie.

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